lunes, 7 de junio de 2010

CARTA DE LA TIERRA


Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.

CONOZCAMOS NUESTROS DERECHOS
(Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas)

Artículo 8

1. Los pueblos y las personas indígenas tienen derecho a no sufrir la asimilación forzada o la destrucción de su cultura.

2. Los Estados establecerán mecanismos eficaces para la prevención y el resarcimiento de:

a) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia privar a los pueblos y las personas indígenas de su integridad como pueblos distintos o de sus valores culturales o su identidad étnica;
b) Todo acto que tenga por objeto o consecuencia enajenarles sus tierras, territorios o recursos;
c) Toda forma de traslado forzado de población que tenga por objeto o consecuencia la violación o el menoscabo de cualquiera de sus derechos;
d) Toda forma de asimilación o integración forzadas;
e) Toda forma de propaganda que tenga como fin promover o incitar a la discriminación racial o étnica dirigida contra ellos.


El 24 de marzo,
la Iglesia no olvidará:
otra vez bañan con sangre
al que dijo la verdad.

Hoy nos quitaron el hombre
más valioso de la Iglesia:
por su ejemplo y valentía,
¡un verdadero profeta!

Oscar Arnulfo Romero,
tú fuiste nuestro pastor:
en los sencillos y humildes
pusiste tu corazón.

Recuerdo cuando llegabas,
allá por nuestros cantones,
a ver a tus campesinos,
a ver a tu gente pobre.

La sangre que derramaste
fue por la causa de un pueblo
que hoy sufre gran represión
por los ricos y el gobierno.

Al pueblo le queda claro
que tu muerte no fue aislada:
fue acción del imperialismo
junto con la fuerza armada.

Pilato ha vuelto a la tierra,
lo representa un tirano,
porque ellos lo asesinaron
y ahora se lavan las manos.

Oscar Arnulfo no ha muerto:
vive en las luchas del pueblo.


Donde rozaba la mano de Biler y de sus hijos nacían la muerte, la burla, la desesperación, la angustia. Ellos se habían adueñado de todo.

(Relato de Biler y Bursob)

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