HÉCTOR GALLEGO
Sacerdote colombiano, 33 años, mártir de los campesinos panameños, en Santa Fe de Veraguas. Héctor Gallego llegó a Panamá, procedente de Colombia en 1967, en una época crucial en la vida de la Iglesia universal (Concilio Vaticano II) y, especialmente, de la Latinoamericana (Medellín), de mano del obispo McGrath. Desde 1967 estuvo trabajando en los campos de Santa Fe de Veraguas, luchando contra las injusticias y los abusos de los terratenientes, organizando a los campesinos en cooperativas, llevando la Palabra de Dios a todas las comunidades, denunciando en los medios de comunicación las situaciones injustas. Se empezó a convertir en un personaje molesto para los enriquecidos dueños de las tierras, ya que los campesinos empezaban a vender los productos a justos precios. Una noche, mientras estaba en casa de Jacinto, uno de los campesinos con los que trabajaba, se acercaron unos militares en un jeep y le pidieron que acudiera al cuartel. Él les respondió que le dejaran dormir esa noche, que estaba cansado, y se acercaría a la mañana siguiente por su propio pie. Ellos insistieron, así que entró en la casa, tranquilizó a Jacinto y su familia con una sonrisa, se vistió y les acompañó. Desde ese momento hubo movilizaciones para que lo devolvieran, pero fueron en vano. Hay quien dice que lo mataron esa misma noche. Hoy, la Cooperativa «Esperanza de los Campesinos» sigue trabajando, y es el mejor testimonio de su presencia. Héctor Gallego está vivo.
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