Caminos de inculturación en la Iglesia de Kuna Yala
La nueva evangelización en Kuna Yala va configurándose con algunos rasgos peculiares que explicitamos en seis ejes principales y que han centrado la reflexión de los misioneros católicos y las CEBs en los últimos años. Exponemos a continuación el primer eje que inspira nuestro trabajo de Iglesia:
DIÁLOGO DE RELIGIONES
PRESENTACIÓN:
El pueblo Kuna tiene su religión propia: es la que profesan la mayoría de los kunas. Está arraigada en una profunda experiencia de Baba y Nana, que marca la vida entera, desde el diario acontecer, hasta la lucha por la tierra, la cultura y la autodeterminación.
El Congreso General de la Cultura Kuna es el máximo organismo de expresión religiosa y tiene la conciencia de que debe “promover la enseñanza de la religión y los valores éticos y sociales del pueblo”.
Como Iglesia, somos una pequeña comunidad de creyentes en medio de un pueblo profundamente religioso. ¿Qué relación establecer entre nosotros: de intransigencia, intolerancia, condena? O más bien ¿de apertura a la acción de Dios en la historia del pueblo y diálogo respetuoso y sincero?
ILUMINACIÓN:
En el Bab Igala (Camino de Baba), algunos sailas se preguntan: “¿Cuándo podemos conocer mejor a Baba? y responden: Nunca en el odio o en el rechazo. Cuando todos nos encontremos desde la diferencia de nuestros pueblos, entonces conoceremos mejor a Baba, conoceremos mejor a Nana”.
En la Biblia, el Dios de Israel es también el Dios de las naciones con las que establece una alianza desde la creación (Gen 1-11) y les manifiesta su compromiso de liberación: “Hijos de Israel ¿no son ustedes para mí iguales que los etíopes?, dice el Señor ¿no hice subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Caftor y a los arameos de Quis?” (Am 9,7).
En el N.T. Jesús nos revela un Dios Padre de todos, cuyo amor va más allá de los límites que impone la Ley y alcanza incluso a quienes no pertenecen al pueblo de Israel. "Entra en diálogo con ellos y reconoce lo que tienen de bueno. Se maravilla de la prontitud del Centurión en creer diciendo que jamás había encontrado una fe semejante (cf Mt 8, 5-13). Obra curaciones milagrosas para los extranjeros" (cf Mc 7,24-30, Mt 15, 21-28). (Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso y Congregación para la Evangelización de los Pueblos. "Diálogo y Anuncio" nº 21).
Pero junto a la paternidad de Dios, el Evangelio proclama que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres como don de la gracia y de la misericordia de Dios (EN 27). Ese mismo Dios se hace presente en Jesús como una nueva fuerza interior para enriquecer y purificar todas las tradiciones y manifestaciones religiosas de la humanidad, necesitada toda ella de la redención de Cristo, Nuevo Adán, el Salvador, el Hijo de Dios: “A quien no conoció pecado, le hizo Dios pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él” (2Cor 5,21).
El Concilio Vaticano II, haciéndose eco de una antigua tradición cristiana, ha acentuado el espíritu de comprensión y valoración positiva de las diversas religiones. Dios ha estado actuando en ellas por medio de su Palabra y la acción del Espíritu, y tienen un papel importante en la economía de la salvación. Antes de llegar el misionero a un pueblo, “la presencia creadora, providente y salvadora de Dios acompañaba la vida de estos pueblos” (SD 17). El respeto a esa gracia del Espíritu exige entrar en un diálogo interreligioso que lleve a todos a una conversión más profunda hacia Dios y a una colaboración más estrecha con el Espíritu en la construcción del Reino.
“El diálogo interreligioso forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia” (RM 56). Un diálogo “exigido por el profundo respeto hacia todo lo que en el hombre ha obrado el Espíritu, que 'sopla donde quiere' (Jn 3,8). Con ello, la Iglesia trata de descubrir las 'semillas de la Palabra', 'el destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres', semillas y destellos que se encuentran en las personas y en las tradiciones religiosas de la humanidad” (RM 56).
PROPUESTAS:
1. Asumir las opciones del IV Encuentro Nacional de Pastoral Indígena (ENPI):
a) “Optamos por abrirnos al diálogo con las religiones indias, con el respeto que merece el misterio de Dios, actuante en ellas, y vivir un autentico diálogo religioso”.
b) “Optamos por realizar este diálogo desde una comunión de vida que nos lleve a una comprensión y conocimiento de la fe y creencias religiosas de los pueblos indios, que evite toda interpretación errónea”.
2. Cumplir los acuerdos asumidos con el Congreso General de la Cultura Kuna: reconocer el Congreso y respetar su religión.
3. Renunciar en la teoría y en la práctica a cualquier tipo de imposición religiosa.
4. Ofrecer el Evangelio de Jesús con el testimonio de una actitud humilde, comprensiva y profética, valorando su palabra a través de un diálogo respetuoso, franco y fraterno y esforzarnos por conocer sus propias lenguas (SD 248).
5. Apoyar la escuela bilingüe donde los niños y niñas kunas no pierdan su lengua, su cultura, su espiritualidad.
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