En este espacio de la entrevista entablamos conversación con dos líderes del pueblo kuna: Evelardo Brenes, Saila de la comunidad de Ukubseni, y Andrés Martínez, Argar de la comunidad de Usdup y Argar Dummad del Congreso General de la Cultura Kuna. El tema que tratamos: el 85 Aniversario de la Revolución Dule. Damos la palabra a nuestros amigos.
EMPEZAMOS CON EL SEÑOR EVELARDO BRENES
Evelardo, ¿por qué los abuelos decidieron levantarse en armas contra los wagas en 1925?
La policía panameña en aquellos días actuaba violentamente contra nuestras costumbres. Les arrancaban los winis y las argollas a nuestras mujeres porque no les gustaban. Ellas tuvieron que esconderlas en vasijas para que no se las robasen. Los policías tampoco estaban de acuerdo con la vestimenta de mola. Querían suprimir las celebraciones de la chicha y por eso quebraron a balazos nuestras tinajas. Sánchez, uno de los policías, fue quien quebró las tinajas derramando, a la vez, la chicha.
Los wagas organizaban bailes y exigían a los varones de la comunidad que facilitaran a sus mujeres para la fiesta; si ellos se oponían los apresaban en el potro. Cuando veníamos de pescar nos robaban parte del pescado que traíamos para nuestra familia. Nos trataban como esclavos en nuestra propia casa. No podíamos ir a trabajar al monte con tranquilidad.
Debido a estas situaciones el abuelo de Rodrigo fue el primero en morir asesinado por los wagas, por oponerse a sus acciones. A partir de allí, varios de la comunidad se organizaron y fueron a hablar con Nele y Colman para contarles lo que sucedía en Ukubseni. Ellos, como conocedores del Bab Igala, dieron las ideas de cómo pelear con los wagas. Colman sabía lo que sucedió en tiempos de Duiren, de Ibeler, sabía cómo se derribó al Baluwala. También ellos buscaron las medicinas para prepararse para el combate, inspirados en los relatos del Babigala. Por eso lucharon sin temor, protegidos por el nisar, por el mageb… sin medicinas no hubiésemos derrotado a los wagas.
Los días 23 y 24 de Febrero fueron asesinados los wagas. Los dirigentes que llevaron adelante este hecho fueron Dinugdi, Susu, Igwainike, Olodiginya, Dibiginya, Sobrón y Luis Layan, junto con otros miembros de la comunidad.
¿Qué cambios se lograron a partir de la revolución?
Conseguimos conservar nuestras tradiciones y costumbres. Nuestras mujeres podían vestir con libertad sus molas, sus winis y argollas. Pudimos preparar la chicha y las medicinas sin miedo. Los hombres trabajaron más en el monte plantando yuca, plátano, coco… Si se diera hoy otra revolución nuestros jóvenes no estarían preparados y no darían la cara por el pueblo, pues ellos han combinado sus costumbres con las de los wagas; visten como ellos, no conocen nuestros tratados.
¿Qué tenemos que hacer para volver a las raíces?
Tenemos que aprender a compartir y ayudarnos mutuamente. Todo se ha perdido. Antes, cuando se cazaba, se repartía la presa entre las familias, hoy se da a cambio de dinero. Tenemos que respetar a los mayores, a la familia. Debemos estar unidos, trabajar juntos la tierra como nuestros abuelos. Debemos construir nuestras casas y preparar la chicha juntos. Debemos asistir al Onmakednega, enseñar a los jóvenes el amor a la tierra; antes todos tenían lo suyo y no había necesidad de robar.
CONTINUAMOS CON EL SEÑOR ANDRÉS MARTÍNEZ
Andrés, ¿cuáles fueron las causas que motivaron a los abuelos a levantarse en armas contra el gobierno panameño?
La primera de las causas es la separación de Panamá con Colombia, porque antes de independizarse Panamá de Colombia nosotros teníamos el título de Comarca Dule Nega, desde Ukub Dummad (Punta Arena) hasta Escarban (Puerto Escribano). Allí vivíamos nosotros en la época del Virreinato, en tiempos de Igwasalibler. Con la independencia, Panamá desconoció ese título. Cuando se terminó de construir el Canal de Panamá los jamaiquinos que trabajaban en las obras no pudieron regresar a su tierra, y Panamá no podía ayudarles porque no tenía dinero suficiente, ya que apenas estaba naciendo como una nación independiente. Al quedarse ellos y no conseguir trabajo, empezaron a cazar tortugas, a dedicarse a la pesca y a la siembra de caucho, entrando por las costas de Kuna Yala. Por eso Colman pidió un puesto de policía en El Porvenir. Pero, en vez de remediar la situación, la presencia de la policía colonial se convirtió en un problema más. Con ellos empieza el atropello. Hasta el momento Nele Kantule no aparece en la vida política de Kuna Yala; sólo estaban Colman e Inapakinya. Al crearse el destacamento de El Porvenir no teníamos una autonomía, y el gobierno nacional le dió autorización a los colonos para instalar tiendas, abarroterías y puestos comerciales en Río Sidra y otros pueblos.
La llegada del Padre Leonardo Gassó fue otra de las causas. El gobierno pensó en la Iglesia para integrar al pueblo kuna dentro de la nación; para eso necesitaba eliminar su cultura, su lengua. En ese tiempo gobernaba el Partido Conservador, que tenía buenas relaciones con la Iglesia. El gobierno buscó el respaldo de la Iglesia y ayudó económicamente al Padre Gassó para que trabajase en Kuna Yala. Para ello la Iglesia tenía que valerse de los mismos kunas y por eso se envían a Estanislao López y a Claudio Iglesias a estudiar en La Salle, allá en la capital de Panamá. Cuando ellos regresan a Kuna Yala ya se han asimilado y se han olvidado de su cultura. Otro personaje en este proceso es Charles Robinson, que desde muy joven se embarcó por las costas de San Andrés y Providencia; viajó como marino y allá adquirió su nombre. Regresó en 1902 a Kuna Yala y en 1903 se dio la independencia de Panamá. Con un poco más de 20 años de edad lo nombran saila de Nargana, después de la muerte de Abisua. Él no sabía hablar español, solamente inglés, y desconocía su cultura. Después aparecerá Miss Coope. Todos tenían como fin integrar al pueblo kuna a la así llamada “civilización”. Para eso tenían que eliminar sus costumbres, su tradición ancestral. Se les quitó a las mujeres las argollas, las molas, se prohibió la chicha…
Los pueblos de Ailigandi y Usdup observaban la situación. Sus líderes, Colman y Nele, analizaban la realidad desde sus conocimientos de la lucha de Ibelele y concientizaban a la gente. Ellos querían solucionar la situación porque si no el Estado acabaría con la cultura. Ellos sabían que no podían atacar de frente, pues la policía había decomisado las armas. Por eso pensaron en buscar ayuda, alguien que los respaldara. En ese tiempo, un kuna, William Smith, se había casado en Estados Unidos con una abogada norteamericana. A éste Nele Kantule le preguntó cómo logró Estados Unidos su independencia; William Smith le cuenta sobre la vida de Washington y de Jefferson. También le habla de la Liga de Naciones. A Nele le interesaba conocer la cultura occidental; gracias a ello comprendió que necesitaba una ayuda externa, que solo no podía. Nele quería la independencia total de los kunas, con su propia bandera, y por eso empezó a ahorrar dinero, creó un banco, y una escuela donde el pueblo mismo pagaba a los educadores.
Nele y Colman planearon bien las cosas, pues sabían del Tratado Herrán-Hay sobre el Canal, que decía que Estados Unidos podía intervenir militarmente en cualquier momento por la seguridad del Canal. Ese fue su respaldo. No hicimos la revolución así no más, fue bien estudiada según Ibelele. Ibelele no podía luchar solo contra Biler y sus hijos; él era un gran guerrero, pero su enemigo era superior, no podía luchar de frente, pues Biler y sus hijos eran los primeros hombres; Ibelele era nacido de la tierra. Por eso tuvo que viajar a la cuarta capa, a Sapibenega, para hablar con los grandes hombres balsa y pedir su ayuda. Éstos decidieron apoyar en la lucha; solamente estaban esperando que Ibelele les pidiera ayuda, ellos lo habían visto nacer. Por eso Nele y Colman acudieron a la ayuda extranjera, buscaron aliados.
Muchos dicen que Marsh fue el autor de la lucha, pero no fue así. Marsh sólo dio asesoramiento sobre cómo era Estados Unidos y cómo viajar allá. Nele envió como comisionados a Thompson, a Andrés Kantule y otros para pedir ayuda a los Estados Unidos. Los norteamericanos aceptaron ayudarnos pero con mucha diplomacia, pues era un compromiso muy delicado. Con todo, Estados Unidos tenía sus intereses de fondo y sabía lo que podría suceder si los kunas seguíamos siendo acosados. La lucha hubiese sido muy larga y difícil.
Se dio el levantamiento armado y ganamos. Pero vinieron las represalias contra nuestro pueblo, y no teníamos suficiente armamento. Ahí interviene Estados Unidos con el Barco Cleveland. Aquí se hacen las negociaciones con representantes de los Estados Unidos, de Inglaterra y del gobierno panameño. Colman y Nele no estuvieron presentes en la firma del convenio en el Acorazado Cleveland pues llegaron tarde. Ellos no querían hacer un acuerdo, sino entregar la bandera panameña en presencia de los representantes de Panamá y de Estados Unidos y adquirir así la autonomía plena. Los otros dirigentes se apresuraron a firmar pues sabían que Nele y Colman se opondrían. Nele decía que hasta los animales defendían su morada y sus hijos, y nosotros los seres humanos poseemos inteligencia, somos superiores, y queremos la independencia; queremos la autonomía, nuestra propia bandera; que hay pueblos grandes, pero también pueblos pequeños que son libres.
¿Qué podemos hacer para ayudar a los jóvenes para que conserven los valores de nuestro pueblo?
Nosotros somos los culpables de la situación que vive la juventud, porque no hemos asumido el papel que nos corresponde como padres. Hemos dejado que “otras aulas” eduquen a nuestros hijos. Por eso creo que la educación bilingüe intercultural nos ayudará a superar la situación que vivimos. Es un trabajo muy difícil pues el vacío que se ha creado es muy grande. Todos tenemos que participar en esta lucha: los sailas, las familias. Antes se educaban a nuestros hijos desde pequeños, cantándoles en la hamaca. Las autoridades eran vigilantes, cuidaban de todos. Corregían a los jóvenes, les aconsejaban ser gente trabajadora, responsables en el hogar. No podemos utilizar los regaños para orientar a los jóvenes. Así como una niña pequeña que no puede ir sola a la calle busca a la madre, así tenemos que dar la mano a los hijos para guiarlos. Tenemos que buscar la manera para que ellos vivan en paz y en tranquilidad. Este es nuestro compromiso.
Un mensaje para nuestros lectores
Hermanos, la historia es la savia de la cual nos nutrimos; en ella llegamos a conocer nuestro origen, nuestra identidad, adquirimos conocimientos y experiencias pasadas que nos sirven para iniciar el largo recorrido hacia el futuro. En este nuevo milenio, en los umbrales del siglo XXI, encontraremos obstáculos pero con los conocimientos adquiridos saldremos adelante. Nos interesa el pasado al igual que el futuro; si no existiera el pasado no existiríamos nosotros. Gracias a luchas pasadas de nuestros grandes héroes vivimos y existimos como pueblo y caminamos hacia el futuro; para eso estamos preparándonos. Ahora, hermanos, nuestro compromiso con nuestros grandes hombres y con nuestros hijos es cuidar a Kuna Yala, seguir sus grandes obras.
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