jueves, 4 de febrero de 2010

KUNA YARGI 5: “MÁRTIRES DE AYER Y DE HOY: SEMILLA DE LIBERACIÓN PARA NUESTROS PUEBLOS”



LA VOZ DE LAS CEBS

Mártires por la libertad

Queridos amigos y amigas del boletín Kuna Yargi, nuestro sincero saludo para ustedes que luchan para construir una nueva sociedad. En este año 2010, las Comunidades Eclesiales de Base de Kuna Yala queremos centrar nuestra reflexión y trabajos pastorales en el lema “Mártires de ayer y de hoy: semilla de liberación para nuestros pueblos”, teniendo en cuenta la celebración del 20 aniversario del martirio de los jesuitas en El Salvador y el 30 del de Mons. Romero, así como el martirio de tantos líderes de Abia Yala comprometidos en la causa de los pobres y de los pueblos indígenas.

Tampoco queremos dejar pasar por alto, en este año 2010, el 85 Aniversario de la Revolución Dule. Por eso en este número entrevistamos a dos líderes kunas sobre los motivos de este levantamiento armado, los resultados que se lograron en beneficio del pueblo, y su actualidad en este momento histórico, en el que las políticas del Estado atropellan sin miramiento los derechos de los pueblos indígenas de Panamá en nombre del mercado.

La experiencia del martirio en distintas realidades históricas, geográficas y políticas, refleja de fondo:
  • la resistencia firme de personas y pueblos ante las imposiciones de los poderosos que desean aniquilar la vida de los pobres;
  • la oposición inderrumbable de los pueblos a renunciar a sus derechos de autodeterminación y libertad, que nacen del hecho de poseer la dignidad de seres humanos, hijos e hijas del Dios Vivo;
  • la fe que confiesa sin vacilación que Dios da la última palabra a las víctimas del sistema, pues los imperios del este mundo son pasajeros.

Es por ello que en este número queremos ofrecer una reflexión sobre la resistencia cultural y religiosa que en el mundo bíblico ha desembocado numerosas veces en el martirio. En el mes de octubre ofreceremos otra reflexión sobre la resistencia en el mundo indígena.

Frente al olvido que los poderosos quieren promover entre las víctimas de la violencia, unido al paso del tiempo que borra los recuerdos, los primeros cristianos, en tiempo de persecución, acostumbraban citar el Salmo 72, 14, que dice que el Señor "librará  su alma de la violencia y la opresión, pues su sangre es preciosa ante sus ojos". Esa sangre se convierte en grito y en reclamo, como la sangre del justo Abel ante su Creador, clamando precisamente contra la impunidad: "Hasta cuándo, Dominador Santo y Justo, estarás sin hacer justicia y pedir cuenta por nuestra sangre a los habitantes de la tierra?" (Ap 6, 10).

Manifestamos como creyentes que la sangre derramada por tantas personas, entre ellas nuestros antepasados, no fue sangre derramada en vano. Es sangre que abrió un camino de libertad y es sangre que nos compromete a seguir luchando por nuestros derechos. Dirigimos, finalmente, nuestra mirada a Jesús, el profeta y mártir de Nazaret que enseñó: “Felices los perseguidos por la causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5, 10). Que su palabra se mantenga viva en nuestra conciencia cristiana y se haga realidad en nuestro servicio al pueblo kuna.

NUESTROS EJES DE EVANGELIZACIÓN



Caminos de inculturación en la Iglesia de Kuna Yala

La nueva evangelización en Kuna Yala va configurándose con algunos rasgos peculiares que explicitamos en seis ejes principales y que han centrado la reflexión de los misioneros católicos y las CEBs en los últimos años. Exponemos a continuación el primer eje que inspira nuestro trabajo de Iglesia:

DIÁLOGO DE RELIGIONES

PRESENTACIÓN:
El pueblo Kuna tiene su religión propia: es la que profesan la mayoría de los kunas. Está arraigada en una profunda experiencia de Baba y Nana, que marca la vida entera, desde el diario acontecer, hasta la lucha por la tierra, la cultura y la autodeterminación.

El Congreso General de la Cultura Kuna es el máximo organismo de expresión religiosa y tiene la conciencia de que debe “promover la enseñanza de la religión y los valores éticos y sociales del pueblo”.

Como Iglesia, somos una pequeña comunidad de creyentes en medio de un pueblo profundamente religioso. ¿Qué relación establecer entre nosotros: de intransigencia, intolerancia, condena? O más bien ¿de apertura a la acción de Dios en la historia del pueblo y diálogo respetuoso y sincero?

ILUMINACIÓN:
En el Bab Igala (Camino de Baba), algunos sailas se preguntan: “¿Cuándo podemos conocer mejor a Baba? y responden: Nunca en el odio o en el rechazo. Cuando todos nos encontremos desde la diferencia de nuestros pueblos, entonces conoceremos mejor a Baba, conoceremos mejor a Nana”.

En la Biblia, el Dios de Israel es también el Dios de las naciones con las que establece una alianza desde la creación (Gen 1-11) y les manifiesta su compromiso de liberación: “Hijos de Israel ¿no son ustedes para mí iguales que los etíopes?, dice el Señor ¿no hice subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Caftor y a los arameos de Quis?” (Am 9,7).

En el N.T. Jesús nos revela un Dios Padre de todos, cuyo amor va más allá de los límites que impone la Ley y alcanza incluso a quienes no pertenecen al pueblo de Israel. "Entra en diálogo con ellos y reconoce lo que tienen de bueno. Se maravilla de la prontitud del Centurión en creer diciendo que jamás había encontrado una fe semejante (cf Mt 8, 5-13). Obra curaciones milagrosas para los extranjeros" (cf  Mc 7,24-30, Mt 15, 21-28). (Pontificio Consejo para el Diálogo interreligioso y Congregación para la Evangelización de los Pueblos. "Diálogo y Anuncio" nº 21).

Pero junto a la paternidad de Dios, el Evangelio proclama que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres como don de la gracia y de la misericordia de Dios (EN 27). Ese mismo Dios se hace presente en Jesús como una nueva fuerza interior para enriquecer y purificar todas las tradiciones y manifestaciones religiosas de la humanidad, necesitada toda ella de la redención de Cristo, Nuevo Adán, el Salvador, el Hijo de Dios: “A quien no conoció pecado, le hizo Dios pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él” (2Cor 5,21).

El Concilio Vaticano II, haciéndose eco de una antigua tradición cristiana, ha acentuado el espíritu de comprensión y valoración positiva de las diversas religiones. Dios ha estado actuando en ellas por medio de su Palabra y la acción del Espíritu, y tienen un papel importante en la economía de la salvación. Antes de llegar el misionero a un pueblo, “la presencia creadora, providente y salvadora de Dios acompañaba la vida de estos pueblos” (SD 17). El respeto a esa gracia del Espíritu exige entrar en un diálogo interreligioso que lleve a todos a una conversión más profunda hacia Dios y a una colaboración más estrecha con el Espíritu en la construcción del Reino.

“El diálogo interreligioso forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia” (RM 56). Un diálogo “exigido por el profundo respeto hacia todo lo que en el hombre ha obrado el Espíritu, que 'sopla donde quiere' (Jn 3,8). Con ello, la Iglesia trata de descubrir las 'semillas de la Palabra', 'el destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres', semillas y destellos que se encuentran en las personas y en las tradiciones religiosas de la humanidad” (RM 56).

PROPUESTAS:
1. Asumir las opciones del IV Encuentro Nacional de Pastoral Indígena (ENPI):
a) “Optamos por abrirnos al diálogo con las religiones indias, con el respeto que merece el misterio de Dios, actuante en ellas, y vivir un autentico diálogo religioso”.
b) “Optamos por realizar este diálogo desde una comunión de vida que nos lleve a una comprensión y conocimiento de la fe y creencias religiosas de los pueblos indios, que evite toda interpretación errónea”.
2. Cumplir los acuerdos asumidos con el Congreso General de la Cultura Kuna: reconocer el Congreso y respetar su religión.
3. Renunciar en la teoría y en la práctica a cualquier tipo de imposición religiosa.
4. Ofrecer el Evangelio de Jesús con el testimonio de una actitud humilde, comprensiva y profética, valorando su palabra a través de un diálogo respetuoso, franco y fraterno y esforzarnos por conocer sus propias lenguas (SD 248).
5. Apoyar la escuela bilingüe donde los niños y niñas kunas no pierdan su lengua, su cultura, su espiritualidad.

NOTICIAS DE PANAMÁ: ACONTECER INDÍGENA


DIRIGENCIA KUNA ESPERA QUE ABRAN LAS PUERTAS DE MEDUCA
http://www.congresogeneralkuna.org

Desde Octubre del año pasado, los Sailadummagan de la Comarca Kuna Yala esperan que la ministra de educación, Lucy Molinar, les abra las puertas de MEDUCA para que los atienda. A su despacho fue enviada una carta el día 8 de Octubre de 2009 solicitando una entrevista. Hasta la fecha no hay ninguna respuesta de la titular.

En la nota enviada a la ministra, los Sailadummagan explican su interés de conversar con ella, específicamente sobre el tema de educación bilingüe intercultural, proyecto que hace seis años se viene impulsando en Kuna Yala. En la carta los Sailadummagan le señalan: “conociendo su actitud de escucha y de diálogo incansable, nos movemos a solicitarle formalmente una cita para presentarle oficialmente nuestro proyecto, con sus avances hasta el momento”.

A pesar de que en reiteradas oportunidades la ministra Molinar ha dicho a través de los medios de comunicación que “las puertas del Ministerio de Educación están abiertas”, la solicitud de esta cita con ella se mantiene sin respuesta.

EL CONGRESO GENERAL KUNA DEMANDA AL ESTADO PANAMEÑO
Por Dad  Neba
Fuente: CICI-K

El Congreso General Kuna demandó al Estado Panameño ante la Comisión de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), por el sistemático despojo de las tierras de las comunidades kunas de Gardi, Comarca Kuna Yala, en la región de Nurdargana (Playa Colorada). La demanda fue presentada por el Congreso General Kuna, por medio del Sailadummad Gilberto Arias, el secretario Ariel González y el Lic. Héctor Huertas González, del Centro de Asistencia Legal Popular. Ellos solicitan que el Estado cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos con los pueblos indígenas, de acuerdo a la Convención Americana de Derechos Humanos.

El CICI-K (Centro de Información y Comunicación Indígena-Kuna) tuvo la oportunidad de entrevistar al abogado kuna Héctor Huertas sobre los efectos de la demanda y esto es lo que señaló: “El Congreso General Kuna y las autoridades del Congreso han reclamado desde 1903 al Estado panameño el reconocimiento de las tierras de las comunidades de Gardi en Nurdargana, que se encuentran el distrito de Santa Isabel, provincia de Colón.  Se han realizado todos los esfuerzos diplomáticos y legales con los representantes del Estado Panameño para que cumpla con su obligación y, a pesar de las promesas, el Estado sigue titulando no sólo las tierras, sino también las playas, a no indígenas que no tienen derecho sobre las mismas y de esa forma se vende a transnacionales, como Crownland, de inversión holandesa. Y se están destruyendo las siembras de las que dependen las comunidades kunas de Gardi. En ese sentido, el Congreso General Kuna, en nombre de las comunidades de Gardi, presentó la petición No.1528-09 a fin de que los comisionados presenten el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos”.

El CICI-K recuerda que existen otras 3 peticiones presentadas contra la República de Panamá ante el CIDH, por los casos de las comunidades kunas y emberas de Alto Bayano, la comunidad ngäbe de Charco, la Pava y las comunidades naso de San San Drui. El CIDH ha decretado dos medidas cautelares a favor de las dos últimas.

La República de Panamá ratificó el Convenio 107 de la OIT y la Convención Americana de Derechos Humanos y, además, ha aceptado la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, Panamá ha sido condenada en tres ocasiones por el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos.

NUEVA INVASIÓN AL TERRITORIO KUNA
Por Anelio Merry
Fuente: KUNA YARKY

Por el camino de Llano de Gardi se ha registrado una nueva invasión de tierras pertenecientes a Kuna Yala por parte de personas ajenas a la Comarca. En la última inspección realizada en la zona se descubrió que un señor llamado Jairo Ortega, de origen colombiano, realizó trabajos de tala y quema en el área, dentro de los linderos de Kuna Yala. El terreno fue comprado al señor Enrique Cordero, quien aduce que este terreno es de su propiedad, pero según la dirigencia Kuna el terreno forma parte de la Comarca.

En la gira que se realizó el pasado 12 de Enero de 2010 estuvo la Gobernadora de Kuna Yala, Angelmira Correa, funcionarios de ANAM, unidades de la Policía Nacional y los representantes del Congreso General Kuna, presididos por el Sailadummad Inocencio Martínez, su secretario Demóstenes González y el abogado Héctor Huertas. En los próximos días se realizará otra gira de seguimiento por el área para determinar, por medio de aparatos de medición, los límites que establece la ley.

ENTREVISTA CON NUESTROS AMIGOS


En este espacio de la entrevista entablamos conversación con dos líderes del pueblo kuna: Evelardo Brenes, Saila de la comunidad de Ukubseni, y Andrés Martínez, Argar de la comunidad de Usdup y Argar Dummad del Congreso General de la Cultura Kuna. El tema que tratamos: el 85 Aniversario de la Revolución Dule. Damos la palabra a nuestros amigos.

EMPEZAMOS CON EL SEÑOR EVELARDO BRENES

Evelardo, ¿por qué los abuelos decidieron levantarse en armas contra los wagas en 1925?

La policía panameña en aquellos días actuaba violentamente contra nuestras costumbres. Les arrancaban los winis y las argollas a nuestras mujeres porque no les gustaban. Ellas tuvieron que esconderlas en vasijas para que no se las robasen. Los policías tampoco estaban de acuerdo con la vestimenta de mola. Querían suprimir las celebraciones de la chicha y por eso quebraron a balazos nuestras tinajas. Sánchez, uno de los policías, fue quien quebró las tinajas derramando, a la vez, la chicha.

Los wagas organizaban bailes y exigían a los varones de la comunidad que facilitaran a sus mujeres para la fiesta; si ellos se oponían los apresaban en el potro. Cuando veníamos de pescar nos robaban parte del pescado que traíamos para nuestra familia. Nos trataban como esclavos en nuestra propia casa. No podíamos ir a trabajar al monte con tranquilidad.

Debido a estas situaciones el abuelo de Rodrigo fue el primero en morir asesinado por los wagas, por oponerse a sus acciones. A partir de allí, varios de la comunidad se organizaron y fueron a hablar con Nele y Colman para contarles lo que sucedía en Ukubseni. Ellos, como conocedores del Bab Igala, dieron las ideas de cómo pelear con los wagas. Colman sabía lo que sucedió en tiempos de Duiren, de Ibeler, sabía cómo se derribó al Baluwala. También ellos buscaron las medicinas para prepararse para el combate, inspirados en los relatos del Babigala. Por eso lucharon sin temor, protegidos por el nisar, por el mageb… sin medicinas no hubiésemos derrotado a los wagas.

Los días 23 y 24 de Febrero fueron asesinados los wagas. Los dirigentes que llevaron adelante este hecho fueron Dinugdi, Susu, Igwainike, Olodiginya, Dibiginya, Sobrón y Luis Layan, junto con otros miembros de la comunidad.

¿Qué cambios se lograron a partir de la revolución?

Conseguimos conservar nuestras tradiciones y costumbres. Nuestras mujeres podían vestir con libertad sus molas, sus winis y argollas. Pudimos preparar la chicha y las medicinas sin miedo. Los hombres trabajaron más en el monte plantando yuca, plátano, coco… Si se diera hoy otra revolución nuestros jóvenes no estarían preparados y no darían la cara por el pueblo, pues ellos han combinado sus costumbres con las de los wagas; visten como ellos, no conocen nuestros tratados.

¿Qué tenemos que hacer para volver a las raíces?

Tenemos que aprender a compartir y ayudarnos mutuamente. Todo se ha perdido. Antes, cuando se cazaba, se repartía la presa entre las familias, hoy se da a cambio de dinero. Tenemos que respetar a los mayores, a la familia. Debemos estar unidos, trabajar juntos la tierra como nuestros abuelos. Debemos construir nuestras casas y preparar la chicha juntos. Debemos asistir al Onmakednega, enseñar a los jóvenes el amor a la tierra; antes todos tenían lo suyo y no había necesidad de robar.

CONTINUAMOS CON EL SEÑOR ANDRÉS MARTÍNEZ

Andrés, ¿cuáles fueron las causas que motivaron a los abuelos a levantarse en armas contra el gobierno panameño?

La primera de las causas es la separación de Panamá con Colombia, porque antes de independizarse Panamá de Colombia nosotros teníamos el título de Comarca Dule Nega, desde Ukub Dummad (Punta Arena) hasta Escarban (Puerto Escribano). Allí vivíamos nosotros en la época del Virreinato, en tiempos de Igwasalibler. Con la independencia, Panamá desconoció ese título. Cuando se terminó de construir el Canal de Panamá los jamaiquinos que trabajaban en las obras no pudieron regresar a su tierra, y Panamá no podía ayudarles porque no tenía dinero suficiente, ya que apenas estaba naciendo como una nación independiente. Al quedarse ellos y no conseguir trabajo, empezaron a cazar tortugas, a dedicarse a la pesca y a la siembra de caucho, entrando por las costas de Kuna Yala. Por eso Colman pidió un puesto de policía en El Porvenir. Pero, en vez de remediar la situación, la presencia de la policía colonial se convirtió en un problema más. Con ellos empieza el atropello. Hasta el momento Nele Kantule no aparece en la vida política de Kuna Yala; sólo estaban Colman e Inapakinya. Al crearse el destacamento de El Porvenir no teníamos una autonomía, y el gobierno nacional le dió autorización a los colonos para instalar tiendas, abarroterías y puestos comerciales en Río Sidra y otros pueblos.

La llegada del Padre Leonardo Gassó fue otra de las causas. El gobierno pensó en la Iglesia para integrar al pueblo kuna dentro de la nación; para eso necesitaba eliminar su cultura, su lengua. En ese tiempo gobernaba el Partido Conservador, que tenía buenas relaciones con la Iglesia. El gobierno buscó el respaldo de la Iglesia y ayudó económicamente al Padre Gassó para que trabajase en Kuna Yala. Para ello la Iglesia tenía que valerse de los mismos kunas y por eso se envían a Estanislao López y a Claudio Iglesias a estudiar en La Salle, allá en la capital de Panamá. Cuando ellos regresan a Kuna Yala ya se han asimilado y se han olvidado de su cultura. Otro personaje en este proceso es Charles Robinson, que  desde muy joven se embarcó por las costas de San Andrés y Providencia; viajó como marino y allá adquirió su nombre. Regresó en 1902 a Kuna Yala y en 1903 se dio la independencia de Panamá. Con un poco más de 20 años de edad lo nombran saila de Nargana, después de la muerte de Abisua. Él no sabía hablar español, solamente inglés, y desconocía su cultura. Después aparecerá Miss Coope. Todos tenían como fin integrar al pueblo kuna a la así llamada “civilización”. Para eso tenían que eliminar sus costumbres, su tradición ancestral. Se les quitó a las mujeres las argollas, las molas, se prohibió la chicha…

Los pueblos de Ailigandi y Usdup observaban la situación. Sus líderes, Colman y Nele, analizaban la realidad desde sus conocimientos de la lucha de Ibelele y concientizaban a la gente. Ellos querían solucionar la situación porque si no el Estado acabaría con la cultura. Ellos sabían que no podían atacar de frente, pues la policía había decomisado las armas. Por eso pensaron en buscar ayuda, alguien que los respaldara. En ese tiempo, un kuna, William Smith, se había casado en Estados Unidos con una abogada norteamericana. A éste Nele Kantule le preguntó cómo logró Estados Unidos su independencia; William Smith le cuenta sobre la vida de Washington y de Jefferson. También le habla de la Liga de Naciones. A Nele le interesaba conocer la cultura occidental; gracias a ello comprendió que necesitaba una ayuda externa, que solo no podía. Nele quería la independencia total de los kunas, con su propia bandera, y por eso empezó a ahorrar dinero, creó un banco, y una escuela donde el pueblo mismo pagaba a los educadores.

Nele y Colman planearon bien las cosas, pues sabían del Tratado Herrán-Hay sobre el Canal, que decía que Estados Unidos podía intervenir militarmente en cualquier momento por la seguridad del Canal. Ese fue su respaldo. No hicimos la revolución así no más, fue bien estudiada según Ibelele. Ibelele no podía luchar solo contra Biler y sus hijos; él era un gran guerrero, pero su enemigo era superior, no podía luchar de frente, pues Biler y sus hijos eran los primeros hombres; Ibelele era nacido de la tierra. Por eso tuvo que viajar a la cuarta capa, a Sapibenega, para hablar con los grandes hombres balsa y pedir su ayuda. Éstos decidieron apoyar en la lucha; solamente estaban esperando que Ibelele les pidiera ayuda, ellos lo habían visto nacer. Por eso Nele y Colman acudieron a la ayuda extranjera, buscaron aliados.

Muchos dicen que Marsh fue el autor de la lucha, pero no fue así. Marsh sólo dio asesoramiento sobre cómo era Estados Unidos y cómo viajar allá. Nele envió como comisionados a Thompson, a Andrés Kantule y otros para pedir ayuda a los Estados Unidos. Los norteamericanos aceptaron ayudarnos pero con mucha diplomacia, pues era un compromiso muy delicado. Con todo, Estados Unidos tenía sus intereses de fondo y sabía lo que podría suceder si los kunas seguíamos siendo acosados. La lucha hubiese sido muy larga y difícil.

Se dio el levantamiento armado y ganamos. Pero vinieron las represalias contra nuestro pueblo, y no teníamos suficiente armamento. Ahí interviene Estados Unidos con el Barco Cleveland. Aquí se hacen las negociaciones con representantes de los Estados Unidos, de Inglaterra y del gobierno panameño. Colman y Nele no estuvieron presentes en la firma del convenio en el Acorazado Cleveland pues llegaron tarde. Ellos no querían hacer un acuerdo, sino entregar la bandera panameña en presencia de los representantes de Panamá y de Estados Unidos y adquirir así la autonomía plena. Los otros dirigentes se apresuraron a firmar pues sabían que Nele y Colman se opondrían. Nele decía que hasta los animales defendían su morada y sus hijos, y nosotros los seres humanos poseemos inteligencia, somos superiores, y queremos la independencia; queremos la autonomía, nuestra propia bandera; que hay pueblos grandes, pero también pueblos pequeños que son libres.

¿Qué podemos hacer para ayudar a los jóvenes para que conserven los valores de nuestro pueblo?

Nosotros somos los culpables de la situación que vive la juventud, porque no hemos asumido el papel que nos corresponde como padres. Hemos dejado que “otras aulas” eduquen a nuestros hijos. Por eso creo que la educación bilingüe intercultural nos ayudará a superar la situación que vivimos. Es un trabajo muy difícil pues el vacío que se ha creado es muy grande. Todos tenemos que participar en esta lucha: los sailas, las familias. Antes se educaban a nuestros hijos desde pequeños, cantándoles en la hamaca. Las autoridades eran vigilantes, cuidaban de todos. Corregían a los jóvenes, les aconsejaban ser gente trabajadora, responsables en el hogar. No podemos utilizar los regaños para orientar a los jóvenes. Así como una niña pequeña que no puede ir sola a la calle busca a la madre, así tenemos que dar la mano a los hijos para guiarlos. Tenemos que buscar la manera para que ellos vivan en paz y en tranquilidad. Este es nuestro compromiso.

Un mensaje para nuestros lectores

Hermanos, la historia es la savia de la cual nos nutrimos; en ella llegamos a conocer nuestro origen, nuestra identidad, adquirimos conocimientos y experiencias pasadas que nos sirven para iniciar el largo recorrido hacia el futuro. En este nuevo milenio, en los umbrales del siglo XXI, encontraremos obstáculos pero con los conocimientos adquiridos saldremos adelante. Nos interesa el pasado al igual que el futuro; si no existiera el pasado no existiríamos nosotros. Gracias a luchas pasadas de nuestros grandes héroes vivimos y existimos como pueblo y caminamos hacia el futuro; para eso estamos preparándonos. Ahora, hermanos, nuestro compromiso con nuestros grandes hombres y con nuestros hijos es cuidar a Kuna Yala, seguir sus grandes obras.

RESISTENCIA CULTURAL Y RELIGIOSA EN EL MUNDO BÍBLICO

 
Por Freddy Ramírez Bolaños, cmf.

En esta sencilla reflexión pretendo aproximarme a algunos hechos puntuales del Antiguo y Nuevo Testamento que nos revelan la resistencia que los israelitas tuvieron que sostener en distintas épocas contra la violencia los poderosos, para mantener así firmes las bases de su fe y de su cultura como pueblo. Se trata pues de una resistencia que en numerosas ocasiones  desembocó en el martirio. Demos un vistazo al Antiguo Testamento.

Un pueblo que nace bajo el signo de la opresión

El origen del pueblo de Israel radica en un pequeño hecho histórico sin aparente importancia: la consecución de la libertad por diferentes grupos oprimidos, entre los que figuran esclavos, nómadas y agricultores que estaban bajo el poder de los egipcios, hacia el año 1200 aC. En este hecho histórico ellos descubren la acción de Dios y empiezan a creer: este es el núcleo de su fe. En el capítulo 3 del libro del Éxodo leemos: “Yahveh dijo: he visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he escuchado sus gritos cuando lo maltrataban sus mayordomos”. Dios escuchó el clamor de los pobres sometidos al poder faraónico y “bajó” para liberarlos y llevarlos a una tierra mejor, “donde mana leche y miel”. La Pascua, o “el paso de Yahveh” en medio de su sufrimiento, se convirtió para ellos en memoria de libertad.

La voz de los profetas

Sin embargo, este pueblo naciente de la unión de distintos grupos, con un proyecto de relaciones justas y fraternas expresado en los Diez Mandamientos, pronto quiso parecerse a los pueblos vecinos en su organización monárquica. Los reyes que subieron al trono para gobernar la nación rompieron con la Alianza. Los impuestos a los pobres, la construcción del templo de Jerusalén, las leyes injustas, las alianzas con países poderosos, la práctica de costumbres extranjeras, la opulencia y desenfreno de la corte despertaron la voz enérgica de los profetas que, en nombre de Dios, denunciaban la injusticia que se cometía contra los pobres y los pecados que llevarían al pueblo a su propia destrucción. La monarquía fue sorda, y también asesina. La mayoría de los profetas murieron en el anuncio de la voluntad de Dios.

La fe y la cultura de Israel sufrió constantes pruebas, pues la nación fue dominada políticamente por varios imperios. Estuvo sometida al poder de los asirios, de los babilonios y luego de los persas, hasta la conquista por parte de los griegos. El poderío extranjero, bajo distintas tácticas, pretendió someter cultural y religiosamente a este pueblo tan cerrado a toda influencia foránea. Todos estos acontecimientos conmovieron los cimientos de la fe y de la cultura e Israel tuvo que ir a sus orígenes, reflexionando una y otra vez en la experiencia del Dios liberador del éxodo. Puntualicemos en un hecho histórico concreto: la rebelión macabea ante la dominación griega:

Es preferible morir a traicionar el proyecto de Dios

Hacia el siglo II aC, la cultura y el poder helénico se impusieron por la fuerza en Israel. En principio, el imperio helénico se había mostrado bastante respetuoso con la fe de los judíos; pero surgen nuevas dificultades y presiones de parte de los gobernadores, que pretenden helenizar hasta la mismísima fe judía. Ante esta situación, muchos judíos opinan que lo mejor es cerrarse a la nueva cultura. Otros, sin embargo, viendo el peligro que ello supone para la fe, adoptan una actitud opuesta que adquiere diversas formas: unos optan por la lucha armada contra el opresor y la resistencia, aún a costa de la propia vida, antes que renegar de la fe (cf 1 y 2 Macabeos, Ester); otros optan por ejercer la resistencia pasiva, basada en la esperanza en la victoria definitiva futura y en una vida llena de buenas obras y espíritu de oración (cf Daniel, Judith, Tobías). En cualquier caso, se trata de opciones complementarias que pretendían, tanto una como otra, perseverar en la propia fe.

En este contexto, el movimiento de los macabeos se oponía frontalmente a las políticas del imperio que pretendían cambiar la cultura judía. El grupo toma su nombre de Judas el “Macabeo”, que significa “martillo” porque golpea sin fuerza y sin descanso al enemigo invasor. Con ellos inició la revuelta a mano armada, primero en guerrillas, después con organización más amplia. El imperio emitió leyes que prohibían a los judíos vivir según sus costumbres, cumplir la Ley, declararse judíos, hablar el idioma materno, se obligaba a participar en los cultos idolátricos y se ordenaba a asesinar a todos los que no cumplieran lo mandado. La helenización llegó a límites insoportables. En el II Libro de los Macabeos se relata detalladamente las desgracias que padece el pueblo bajo el poder del rey Antíoco IV: “El rey mandó al gobernador Apolonio al frente de un ejército de veintidós mil hombres, con orden de degollar a todos los que estuvieran en la flor de su edad y de vender como esclavos a las mujeres y a los niños. Llegó a Jerusalén simulando ser hombre pacífico y esperó hasta el santo día sábado. Aprovechándose del descanso de los judíos, ordenó a sus hombres que efectuaran un desfile; luego mandó matar a todos los que habían salido para presenciar el espectáculo y recorriendo la ciudad con sus soldados, dio muerte a una gran cantidad de personas” (2 Mac 5, 24-26).

El mismo autor narra el martirio de Eleazar, uno de los principales maestros de la Ley (6, 18ss); él representa el judío de tradición, sabio, conocedor de la Escritura y de conducta intachable. En el capítulo 7  relata el martirio de una familia de siete hermanos con su madre; la mujer y sus hijos representan al pueblo de Israel frágil, inocente e indefenso que prefiere morir antes que quebrantar el proyecto de Dios. La familia representa la unidad que debe mantener el pueblo ante las amenazas de los enemigos. La madre da un ejemplo admirable de resistencia, viendo morir uno a uno sus hijos en el espacio de un día y confiando en el Señor.

Las palabras de uno de los hijos torturados ante el rey nos muestran su profunda fe: “Tú, malvado, nos arrancas la vida presente. Pero el Rey del universo nos resucitará a una vida eterna, ya que nosotros morimos por su ley” (7, 9). Los mártires de esta época testimonian la posición firme de no disimular su fe ni de renunciar a su cultura, prefieren el honor a la vida y temen más a Dios que la violencia de los verdugos. Pasemos ahora al Nuevo Testamento.

Crucificados por el imperio romano

Los orígenes de Jesús son humildes. Es hijo de una familia campesina de Nazaret, una pequeña aldea de Galilea que ni siquiera es mencionada en el Antiguo Testamento. Roma es la potencia de turno. Pocos años después del nacimiento de Jesús Israel es convertida en provincia del imperio y los impuestos y la violencia hieren de nuevo la vida de los pobres. Cerca de Nazaret, en la ciudad de Séforis, capital de Galilea en aquel entonces, la violencia extranjera fue contestada por un movimiento armado de campesinos y éstos lograron conquistar la ciudad. Quintilio Varo, legado romano en Siria, aplastó cruelmente aquella revuelta; Séforis fue incendiada y miles de campesinos murieron crucificados. Ciertamente esta noticia tuvo que llegar a oídos de Jesús, y en la memoria de los dirigentes de Israel el recuerdo de estos hechos se mantenía vivo (cf Hch 5, 36-37). Es aquí, pues, en la provincia de Galilea, donde empezó el anuncio de la buena noticia que llenó de esperanza a los pobres (cf Hch 10, 37).

El Reino de Dios está cerca

La misión de Jesús estuvo antecedida por el movimiento profético de Juan el Bautista que anunciaba la cercanía del Mesías liberador de Israel. Juan, como la mayoría de los profetas, denunció a los dirigentes del pueblo y esto le costó la vida (cf Mc  6, 14-16).  Fue la actividad del Bautista la que impulsó a Jesús a anunciar el Reino.

Jesús, siguiendo la tradición de los profetas, sostenía que es Dios quien debe reinar; no el César, Pilatos, Herodes o Caifás. De ahí que el anuncio de este Reino haya sido una seria confrontación contra los poderes religiosos y civiles de la época. Para él, vivir la novedad del Reino que se acerca exige un cambio radical en el orden social. La sociedad judía tendía a hacer separaciones entre pobres y ricos, puros e impuros, justos y pecadores, nacionales y extranjeros, varones y mujeres… el anuncio del Reino es la antítesis de todo el sistema socio religioso. Jesús manifestó de forma ejemplar esta convicción en las comidas. Él entró en comunión con una serie de personas calificadas de impuras, causando escándalo de sus contemporáneos. Fue llamado amigo de prostitutas, publicanos y pecadores. Para un judío celoso de la ley era inadmisible compartir la mesa con personas de estratos sociales y religiosos diversos pues sentarse a la mesa con otro se entendía como entrar en comunión con el mismo Dios.

La predicación, los milagros, los exorcismos, la opción por los pobres, los pecadores, las mujeres y los niños fueron señales inequívocas de este acercamiento de Dios, el libertador de los pobres. Lucas resume así esta realidad: “Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos se despiertan, y la buena nueva llega a los pobres” (Lc 7,22).

Lucha a muerte contra el mal

Jesús  fue la voz de los pobres y su palabra denunció la idolatría del poder, de la riqueza y del egoísmo asesino. Su movimiento estuvo en permanente tensión con las autoridades. Jesús fue constantemente asediado a fin de encontrar en él un motivo para acusarle. El conflicto que su actividad profética generó se hizo tan intenso y desafiante que decidieron asesinarlo. Los relatos de la pasión nos ubican en los distintos escenarios del juicio y la tortura que sufrió. Él padeció dramáticamente la muerte en cruz con la que el imperio aniquilaba a los esclavos y subversivos. Murió por la causa del pueblo (cf Jn 11,50).

Quien quiera seguirme, que tome su cruz…

Los primeros cristianos, herederos de la misión de Jesús, querían imitar y seguir a su maestro en el anuncio y praxis del Reino, transformando la sociedad desde la base, con la fuerza de la fraternidad y de la solidaridad. También ellos sufrieron la persecución y la tortura de parte de las autoridades religiosas y políticas, pues su estilo de vida socavaba las bases del imperio. El libro de los Hechos de los Apóstoles narra estos acontecimientos en sus primeros capítulos. Seguir a Jesús crucificado y resucitado suponía levantarse en contra de los poderes injustos y asesinos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. Pues el que quiera asegurar su vida la perderá, y el que sacrifique su vida por mí y por el Evangelio, la salvará” (Mc 8, 34-35). En efecto, los primeros cristianos sufrieron una fuerte persecución de parte de las autoridades judías y, posteriormente, del mismo Imperio Romano. Son célebres los testimonios de aquellos hombres y mujeres que sostuvieron firme su fe en medio de los tormentos. La fuerza de la cruz les ayudó a no traicionar los ideales de Jesús de Nazaret, que anunció la buena noticia a los últimos, a los pobres, a los excluidos de los bienes de la tierra. Hasta nuestros días, numerosas personas han confirmado con su sangre los valores del Reino de Dios.

Algunas conclusiones sobre este recorrido


  • Dios ha marcado la historia de la nación judía. Yahveh es percibido como Dios de vida y de libertad. Es un Dios que contrasta con la barbarie de los imperios en la que desemboca el afán de poder y acaparamiento de la tierra.
  • Dios da la palabra definitiva a las víctimas y revela que la tierra, la cultura y la fe por la que han ofrecido su vida en sacrificio son derechos inalienables de todo ser humano. El pueblo se sostiene y resiste tenazmente con el testimonio de sus  mártires.
  • La lucidez de personas y grupos que tienen plena conciencia de sus derechos como hijos e hijas de Dios ponen de manifiesto que es necesario dar un vuelco a nuestro mundo, marcado por el signo de la injusticia y la impunidad. 
  • Ante tanto dolor que sufren los pobres, la Biblia nos enseña que no es posible guardar un silencio cómplice. Los mártires lanzan, para el creyente de hoy, el desafío de construir una sociedad justa, basada en el respeto del otro diferente.

VOCES DE ABIA YALA


BOLIVIA: EVO RENUEVA SU MANDATO PRESIDENCIAL
Por Coco Cuba
Fuente: http://www.servindi.org

El presidente boliviano Evo Morales recibió el jueves en los santuarios de la civilización Tiawanaku, a 71 km de La Paz, los poderes espirituales para conducir el nuevo Estado Plurinacional de Bolivia, en la antesala de su segundo mandato en que se propone sacar al país andino amazónico de la pobreza y la inequidad sociales. Enfundado en una túnica blanca tejida a mano con lana de camélido en obrajes indígenas y coronado por un gorro de cuatro puntas, que simbolizan la integración de todas las regiones Bolivia y de los cuatro suyos, en alusión al precolombino Tawantinsuyo, que se expandió sobre gran parte de Sudamérica, Morales anunció una nueva era de progreso para su país y un Pachacuti, un nuevo tiempo para la humanidad marcado por un respeto supremo a la Madre Naturaleza.

“Desde este lugar milenario nace una nueva luz, una luz de esperanza para el pueblo boliviano y para la humanidad”, remarcó Morales en medio de una ceremonia de contornos esotéricos en la cuna de la civilización más longeva del continente y en presencia de alrededor de 50.000 personas.
Antes de ser empoderado, Morales recorrió los cuatro puntos cardinales de la mítica Pirámide Akapana en compañía de una mujer aymara centenaria, que simboliza el poder diárquico en la cosmovisión andina. El gobernante reverenció a la “sagrada Tierra, el “Agua sagrada”, el Aire sagrado” ante la presencia omnipotente del Cielo”. El rito desarrollaba mientras el sonar ininterrumpido de pututus (cuernos de vacuno) mediatizaba el ritual.

“Gracias abuelas, abuelos. Miren a su hijo, Evo Morales, que en este momento retoma nuevamente el poder para gobernar esta nación”, que de la mano de su primer presidente indígena intenta superar un estado de postración secular, dijo un chamán andino que invocó a los Achachilas, titanes reinantes en la cumbres andinas, mientras guiaba los pasos del gobernante.

Ahora, con Morales en el poder, los indígenas “tenemos una oportunidad de hablar, de ser escuchados y de poder buscar una vida digna, una existencia justa, un futuro”, proclamó el amauta (sabio) andino.

El Presidente boliviano anunció que su administración se fundará en los heraldos morales de los pueblos indígenas de su país: ama sua (no seas ladrón), ama llulla (no seas mentiroso), ama qhella (no seas flojo).

LOS PECADOS DE HAITÍ
Por Eduardo Galeano
Fuente: http://www.servindi.org

La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras.

Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.

Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole: -Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.

Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”.

En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: “Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas”. Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro “puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras”.


La humillación imperdonable

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.

La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.

La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.

MÁRTIRES DE AYER Y DE HOY


Álvaro Ulcué Chocué, 10 de Noviembre de 1984, Colombia

Sacerdote indígena paez, asesinado en Santander, Colombia. Fue párroco de Toribio, departamento del Cauca. Asesinado de dos balazos que le destrozan el rostro y la cabeza y, finalmente, rematado en el suelo. Para esto, los asesinos, desde una moto, detienen el coche en que Álvaro se desplaza por los caminos de su parroquia.

Álvaro no era de ninguna manera un hombre locuaz, era una persona que estaba siempre a la escucha; era sencillo, tímido, austero, inquieto, reflexivo, con deseos siempre de aprender, de buscar el mejor servicio y de luchar incansablemente reivindicando para su pueblo la dignidad.

Apóstol entregado a sus hermanos paeces, lucha para que el gobierno les conceda tierras, cosa que consigue en parte, porque después son brutalmente desalojados. Álvaro escribe una gramática y un manual de primeros auxilios en lengua paez. Organiza festivales de música y muestras de arte para rescatar la cultura indígena. Pero por sobre todo, los paeces escuchan el mensaje liberador del Evangelio en su propia lengua y sienten a su párroco y hermano muy cercano, alegre, sin miedo a sus perseguidores -los mismos que siempre oprimieron a su pueblo- que ya lo han amenazado de muerte, han asesinado a su hermana Gloria y herido a su papá, Domingo Ulcué, de 70 años y a su mamá, Soledad Chocué, de 60, en la masacre de Pueblo Nuevo, del 22 de enero de 1982, cuando doscientos policías emboscan a la comunidad paez para quitarle sus tierras. “La muerte de Álvaro, como la de Jesús de Nazaret, no fue un hecho fortuito... fue la consecuencia de una opción por la justicia”, declaran las Comunidades Cristianas de Bogotá, al comentar el martirio de Álvaro, hombre justo, sacerdote entregado a su pueblo.

El gran legado de Álvaro es que fue un hombre que nunca se avergonzó de ser indígena, -como se lo habían tratado de introyectar seguramente las autoridades civiles y religiosas-. Fue incansable en la lucha por las reivindicaciones de su pueblo en el que continúa resucitando día a día. En palabras de él: “Somos indígenas y por ello estamos destinados a desparecer, si nos callamos nos aplastan, si protestamos, nos llaman subversivos, pero así no podemos seguir”. Por ello mismo, él nunca se dio por vencido, sólo la muerte le impidió continuar lo que otros han hecho en su nombre.

CONOZCAMOS NUESTROS DERECHOS


Artículo 5
Los pueblos indígenas tienen derecho a conservar y reforzar sus propias instituciones políticas, jurídicas, económicas, sociales y culturales, manteniendo a la vez su derecho a participar plenamente, si lo desean, en la vida política, económica, social y cultural del Estado.

Artículo 6
Toda persona indígena tiene derecho a una nacionalidad.

Artículo 7
1. Las personas indígenas tienen derecho a la vida, la integridad física y mental, la libertad y la seguridad de la persona.
2. Los pueblos indígenas tienen el derecho colectivo de vivir en libertad, paz y seguridad como pueblos distintos y no serán sometidos a ningún acto de genocidio ni a ningún otro acto de violencia, incluido el traslado forzado de niños del grupo a otro grupo.

(Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas)



Birga dulataled ilatale gusa
anmar napadi sole dani
anmar burbagi dodolede.
Birga dulataled ilatale gusa
ablis ariode, napa wiled,
anmar dadgandi urwe dani.

ANMALA ATOE, DULEMAR BUKWADI.
ABIA YALAGINE ANMALA GORMAKE.

Birga dulataled ilatale gusa
muugandi achuse solede
dadgandi gammudi inmiled.
Birga dulataled ilatale gusa
bulagwa anmardi odulo;
Nan gannar anmardi ogwisgu.

Birga dulataled ilatale gusa
Galib, Igwasaliblermala,
dadgan bulegan anmarga ulus.
Birga dulataled ilatale gusa
Muukwa Narasgunyai anmarga
ablisgi anmarga nanade.

Birga dulataled ilatale gusa
anmar babgandi urwe dani,
anmardina sorba gwichi mo.
Birga dulataled ilatale gusa
anmar napadi sole dani,
Abia Yaladina wilede.



Todos tenemos que decir la verdad y ser también dule de verdad; y no tener miedo de escucharla, de seguirla, de defenderla, porque solamente así seremos personas como las que quiere Baba, como las que quiere Nana.




BUNA NELEGWANELEGWA