Trabajaba en Boquete; de él dependían dos menores de edad y la esposa, además de la madre y un hermano, a los que él apoyaba regularmente con el producto de su trabajo. Desde muy joven tuvo que ganarse la vida de forma digna, honrada y sacrificada, en este país donde algunos afirman que los “indios no trabajan”.
Gerónimo Rodríguez Tugrí, soñaba con seguir sus estudios, asistió a escuelas nocturnas después de sus labores, y se preparaba a continuar sus estudios.
Se identificaba totalmente con su pueblo ngäbé y buglé, participaba de las actividades culturales y políticas. Y estaba lleno de optimismo y orgullo porque Buobbiti, la comunidad que le vio nacer, es la capital de la Comarca.
La Señora Elena y el Señor Vicencio, al igual que sus hermanos y hermanas, aún no entienden cómo un reclamo de derecho, de respeto y consulta, termine en asesinato para un joven. Ellos desde la altura de Peñas Blancas recordarán el domingo 5 de Febrero como un día trágico, producto de la brutalidad y la codicia.
Nuestro respeto para Jerónimo. Su martirio se suma a los de Elías Clara, Saturnino Aguirre, cada uno en su momento, asesinados por la misma causa y reclamos. Ellos con su vida afirmaron la lucha de todo un pueblo que durante miles de años ha cuidado, ha caminado, hablado, danzado y construido en esta tierra.
Jerónimo, además de su trabajo, también participó como Bugo Day. Él será el ejemplo para la juventud de hoy, que contra todo tipo de adversidad sigue el camino para fortalecer nuestra Comarca; tierra que durante miles de años ha guardado nuestra historia, nuestra memoria y que no está a la venta a los mercaderes de la muerte.
Las opiniones de solidaridad han aumentado significativamente, lo cual es un avance importante. Las opiniones en contra, fundadas en el racismo, la ignorancia y la codicia, demuestran que hay “panameños” que, desde hace rato, sólo piensan en saquear los recursos nacionales para su beneficio particular. Y nosotros nos convertimos en un obstáculo para ese negociado.
El bienestar para los indios se viene oyendo desde cinco siglos. El resultado es que hoy nos venden como el más pobre entre los pobres. Y así llega la caridad.
El sacrificio de Jerónimo fue para que no se den más negociaciones sin el consentimiento del pueblo ngäbe buglé, y se negocie la deuda histórica con los pueblos indígenas de Panamá.
José Mendoza A.
Indígena ngäbe. Abogado.
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