martes, 1 de febrero de 2011

KUNA YARGI 8: LA VOZ DE LAS CEBs

NADIE PODRÁ SILENCIAR LA VOZ DE LAS VÍCTIMAS

Estimados amigos lectores, deseamos que cada día se sientan más animados a mejorar nuestro mundo, como verdaderos hijos de Baba y de Nana.

Estamos en lucha. Sí, estamos enfrentados contra los poderosos que quieren acabar con nosotros, con nuestra cultura, con nuestras raíces. Y es una lucha que lleva muchísimos años y que ha provocado numerosas víctimas. Nuestra Abia Yala, tierra salida del cariño de Baba, tierra fértil y madura, aún sigue derramando sangre. La paz que deseaban nuestros mayores aún no llega por completo. Nos asedia el comercio de la droga, las políticas del gobierno, el proyecto de interconexión eléctrica, la propuesta de establecer subestaciones aeronavales en nuestra Comarca… Las carabelas de Cristóbal Colón siguen llegando a nuestras costas.

Despertemos, hermanos. No dejemos que nos roben, que nos maten a nuestra Madre. Sin la tierra no podemos ser verdadero pueblo. Sin la tierra seremos un pueblo crucificado. Muchos pueblos indígenas de esta Abia Yala claman clavados en la cruz para que se les haga justicia. No debemos hacernos los sordos, debemos estar alerta.

Es por eso que dedicamos este número del Kuna Yargi a reflexionar sobre el sufrimiento de nuestra gente. Queremos acercarnos también a aquellos hermanos que han dedicado su vida a trabajar con los pobres y a denunciar las injusticias. Ellos lo arriesgaron todo, incluso la propia sangre, por defender la dignidad y los derechos de los pobres. Ojalá que ellos sean para nuestros jóvenes ejemplo a seguir.

Terminamos con unas palabras que Gilberto Arias nos decía hace algunos años: “Si queremos defender nuestra tierra, nuestros derechos, no podemos utilizar sólo palabras, tenemos que ser más precisos, más seguros de nosotros mismos. Si formamos una muralla humana, unidos, sintiéndonos hermanos, vamos a lograr muchas cosas... Sabemos todos que nuestra historia de por sí es rebelde, es dura, es sangrienta, y no podemos ocultarla a nuestra gente, a nuestros jóvenes, porque de otra manera seríamos mentirosos y farsantes. Siempre a los hijos de la Madre Tierra, a los verdaderos hijos, les han dicho revoltosos, revolucionarios, rebeldes. Y no podemos aceptar las flechas que nos elabora Muu Gweloyai. Tanto el palo del arco, como la intención de apuntar al enemigo, no nos puede nacer sino del mismo amor que sintamos por nuestras cosas, por nuestra historia, por nuestra Madre Tierra” (Gardi Sugdub, 10 al 13 de Abril de 1986).



Aimar we sabga absomalad, biddigi anmar banebane burba ogannosana gadindo nabbaneg nudaggega, Bab mimmi, Nan mimmi gumaladgi.

Anmar urwenai. Nabiri, anmar dule dummagan abin urwenai; wemar anmar osulobied, an daed obelobimaladbo. Birga bargus anmar urwedaniggi, dule buggib girgudaniggi. Abia Yala naidi, Bab sabed burba naid, nabba nued, nabba sunsoged, amba gin ablis aryonai. An babgan neg bogidiggid abesad ambayoo an balamimala. Nia ued saila negdagsanai, gaggansaar yar seemalad, gwallu saila yolebied, naggarsissigan e galugan anmar yargi siibied... Cristóbal Colón e ulugana amba anmar maddase dog buggwa.

Gwenadgan, addagmala. Mer an addursamalaga, Nan mer anmar ibe oburgwemalaga. Nabba sulile anmar neggwebur sunsoged suli. Nabba saddele anmar wag e maiga guoe. Abia Yargine buggidar dulemar naggrusginai gormagnanai ega igar amilegega. Mer anmar uaya sulidga gue, anmar naggulege.

Aaga we sabga Kuna Yargi narmaglesa gwenadgan wilebuggwadgi binsamalaga, sordamar wilemaladgi sunmagdidid, gayaburba mesdidid. Wemar anna san ugsa gudi dule wilebuggwad bendaggega, irwa gwisguega. Biddigi we dulemar sabbinganaga, yaaganaga, burba nued gusana gadindo.

Bergwedgi, Gilberto Arias anmarga sogsa gusdo: “Nabbaneg an bendagbimalale, an ibmar egisbiele, gayaginbi unni suli, nue ibmar wisi an gumalargebe. Addoaggwagwa, gwamaggagwale, gwenaddigwale ibmar dummagan an balamimaloe... An igar danimaladi ablis abargi daniggi, urwed abargi; degsoggu, geg ibmar odugguoe mimmigangi, degir gaggansaale, mimmigan ibmar wisguoe. Nabgwana mimmigana urwed burba niggananai. Degsoggu, Muu Gweloyai sigu dinned geg an ebumala. Sigu gaed, an isddarmalad abin, geg dule baid anga soge, unnila an daed bina, an sogedba, nabbanegbina sogedba an sigu dinmala” (Gardi Sugdub, Dillani 10 - 13,1986).

Gwenadgan, addagmala. Mer an addursamalaga, Nan mer anmar ibe oburgwemalaga. Nabba sulile anmar neggwebur sunsoged suli. Nabba saddele anmar wag e maiga guoe. Abia Yargine buggidar dulemar naggrusginai gormagnanai ega igar amilegega. Mer anmar uaya sulidga gue, anmar naggulege.

Aaga we sabga Kuna Yargi narmaglesa gwenadgan wilebuggwadgi binsamalaga, sordamar wilemaladgi sunmagdidid, gayaburba mesdidid. Wemar anna san ugsa gudi dule wilebuggwad bendaggega, irwa gwisguega. Biddigi we dulemar sabbinganaga, yaaganaga, burba nued gusana gadindo.

Bergwedgi, Gilberto Arias anmarga sogsa gusdo: “Nabbaneg an bendagbimalale, an ibmar egisbiele, gayaginbi unni suli, nue ibmar wisi an gumalargebe. Addoaggwagwa, gwamaggagwale, gwenaddigwale ibmar dummagan an balamimaloe... An igar danimaladi ablis abargi daniggi, urwed abargi; degsoggu, geg ibmar odugguoe mimmigangi, degir gaggansaale, mimmigan ibmar wisguoe. Nabgwana mimmigana urwed burba niggananai. Degsoggu, Muu Gweloyai sigu dinned geg an ebumala. Sigu gaed, an isddarmalad abin, geg dule baid anga soge, unnila an daed bina, an sogedba, nabbanegbina sogedba an sigu dinmala” (Gardi Sugdub, Dillani 10 - 13,1986).

NUESTROS EJES DE EVANGELIZACIÓN


El anuncio del Evangelio en Kuna Yala va configurándose con algunos rasgos peculiares que explicitamos en seis ejes principales. Éstos ejes han centrado la reflexión de los misioneros católicos y las CEBs en los últimos años. Exponemos a continuación otra de las líneas que inspiran nuestro trabajo de Iglesia:

INCULTURACIÓN

PRESENTACIÓN

El proceso de evangelización en Kuna Yala ha dado como fruto el surgimiento de personas, asociaciones y comunidades que se identifican como católicas: son la Iglesia católica de Kuna Yala. Este proceso estuvo orientado a reproducir el modelo de Iglesia establecido en occidente con sus instituciones, prácticas, etc., lo cual dio lugar a diversos conflictos con la cultura y la religión kuna.

¿Cómo dejar de ser una Iglesia extranjera y hacerse kuna? ¿Cómo vivir el Evangelio y la fe cristiana desde la identidad kuna? Este es el reto que debe asumir la nueva evangelización entre nosotros.

La inculturación, además, es el proceso mediante el cual la cultura asimila el Evangelio a partir de sus propios moldes culturales. Cuando los indígenas se apropian del texto de la Biblia y de su interpretación, acontece una auténtica evangelización.

ILUMINACIÓN

“Como el Padre me envió, así los envío yo al mundo” (Jn. 17, 18).

El Hijo de Dios nos dio su “ejemplo de encarnación” y nos invita a seguirle. “La inculturación del evangelio es un imperativo del seguimiento de Jesús” (SD.13), “centro, medio y objetivo de la nueva evangelización” (Juan Pablo II).

Muchos textos del Vaticano II establecen una analogía entre la asunción de la naturaleza humana por Jesucristo y la inserción-inculturación de la Iglesia en la realidad sociocultural de los diferentes pueblos.

“Asumir sin aniquilar” significa solidarizarse, no identificarse con el otro y su cultura. Al no identificarse con ninguna cultura, el Evangelio y el evangelizador respetan la alteridad y preservan la identidad del mensaje, del mensajero y de las culturas.

La inculturación tiene que ver con la manera de vivir el Evangelio y la fe cristiana en las diferentes culturas. Ninguna cultura puede pretender expresar el Evangelio de manera perfecta y plena. Por su condición histórica, toda cultura lo limitará y condicionará. Así lo expresan algunos sailas: “Baba y Nana se manifiestan con diferentes rostros. Baba ha creado esta tierra, Nana ha creado esta tierra, estas montañas. Baba es muy grande, es inmenso. Nana es muy grande, es inmensa. No se deja atrapar por un sólo pueblo. Por eso Baba creó muchos pueblos sobre esta tierra”.

La inculturación, antes que un método de penetrar el Evangelio, debe ser el camino que nos lleve a descubrir el Reino que acontece y compartirlo en igualdad como hijos de Baba y Nana. En esta búsqueda todos somos discípulos.

PROPUESTAS

1. Optar de forma clara y decidida por una evangelización inculturada hacia una Iglesia autóctona con expresión litúrgica y ministerios propios.
2. Conocer y valorar la cultura, la lengua, la memoria colectiva y el proyecto de futuro del pueblo kuna.
3. Asumir el estilo de vida comunitaria, en sencillez y austeridad.
4. Sistematizar la teología kuna y elaborar materiales de catequesis desde dicha teología para potenciar una evangelización inculturada.

NOTICIAS DE PANAMÁ



COMUNICADO X ENCUENTRO NACIONAL DE PASTORAL INDÍGENA (ENPI)
25 al 29 de Octubre de 2010
“Misión y pueblos indígenas: al servicio de la vida”

Convocados por el Espíritu del Señor, nos hemos reunido en el Centro Misional Jesús Obrero, de los Padres Agustinos, en Tolé, Chiriquí, Diócesis de David, para celebrar el X Encuentro Nacional de Pastoral Indígena (ENPI).

Somos 94 personas, entre ellas autoridades indígenas, laicos, catequistas, religiosas, sacerdotes y obispos que tratamos de acompañar y servir a los pueblos ngobe, kuna, enberá, wounaan, buglé, naso y bribri, en Panamá y Costa Rica.

Nos reunimos para compartir las experiencias y el caminar de la Iglesia y de la Pastoral Indígena y para tratar de definir las mayores amenazas a la vida integral nuestras comunidades. Reflexionamos sobre la presencia y la incidencia de la Iglesia en esta coyuntura histórica y concretamos las líneas generales de la Misión Continental anunciada en la Conferencia de Aparecida.

Queremos manifestar nuestra preocupación por las graves amenazas que atentan contra la vida de nuestras comunidades, ya que como Iglesia estamos insertos en los sectores geográficos en los que se centra la mirada de diversos proyectos mineros, hidroeléctricos, turísticos, etc. Nos afecta además la promulgación de leyes inconsultas que no benefician en nada a los pobres y a los pueblos de distintas culturas. El conflicto de Changuinola marcó, lamentablemente, un precedente de lo que puede suceder si se sigue legislando en contra de la población. Exigimos nuestro derecho a la tierra y el respeto a la misma; reclamamos que las comunidades que han quedado fuera de las comarcas sean incluidas y protegidas bajo este régimen. Por otra parte, nuestros hermanos y hermanas que han migrado a la ciudad siguen reclamando el derecho a vivir con su propia identidad y cultura.

Nos preocupa y nos duele el racismo, a veces solapado, a veces explícito, que va creciendo contra nosotros en el conjunto social y en las mismas autoridades del gobierno, por el mero hecho de defender nuestros derechos, nuestra tierra, nuestras propias raíces culturales. Los  pueblos originarios de Abia Yala ofrecemos al resto de la sociedad un estilo de vida fraterno, comunitario, respetuoso del equilibrio de la tierra y de todo ser humano. No queremos estar al margen de la sociedad y de la nación panameña, ni ser enemigos; somos hermanos, hijos e hijas del mismo Padre.

Dirigimos también nuestra palabra a las distintas instancias de la Iglesia Católica para que se solidaricen con nosotros y hagan suyo nuestro propio sufrimiento, tal y como nos enseñó el Señor (Mt 25). Que la indiferencia no anide en sus corazones ante la muerte lenta a la que son sometidos nuestros pueblos.

Como Pastoral Indígena, deseamos establecer lazos con todas aquellas instituciones y grupos organizados de la sociedad civil que apuestan por la vida. Queremos trabajar con aquellos hombres y mujeres que creen y apoyan nuestra causa. Juntos podremos generar cambios significativos en beneficio de la Madre Tierra y nuestras comunidades.

Para terminar este comunicado queremos hacer resonar aquellas palabras que el Papa Juan Pablo II dijo a los pueblos indígenas en Yucatán, México, en 1993: “Ustedes son la luz del mundo, son la sal de la tierra; son los nuevos evangelizadores del Continente. Con ustedes la Iglesia puede establecer una alianza estratégica para la evangelización del mundo”.

Dado en Tolé, Chiriquí, 28 de Octubre de 2010.



Abstencionismo, falta de información y confusas reglas del juego en elecciones de la Comarca NgÖbe Buglé
Fuente: HUMAN RIGHTS EVERYWHERE / PANAMÁ

La misión independiente de observación de Human Rights Everywhere (HREV-Panamá) considera preocupante la falta de legitimidad democrática que puede derivarse del proceso electoral celebrado ayer 24 de Octubre en 31 de los 58 corregimientos de la Comarca Ngöbe Buglé.

HREV-Panamá desplazó a la zona a 10 observadores que cubrieron cinco de los siete distritos en los que se divide la Comarca y emitirá un informe completo de la Misión Independiente en unos días pero, de forma preliminar, constata:

1. La logística y transparencia del proceso en el día de las elecciones fueron adecuadas, a pesar del grave problema de movilidad para los electores que pudo favorecer el transporte de los mismos por candidatos y, por tanto, cierta incidencia en la participación. La actitud de los funcionarios del Tribunal Electoral fue ejemplar en el trato a los electores y en la profesionalidad demostrada.

2. Baja afluencia a las mesas electorales. Pudimos confirmar que la media de participación con dificultad superará el 20% de un ya menguado padrón electoral. Dicho padrón pasó del anunciado el 2 de Julio por el Tribunal Electoral que era de 104,646 personas habilitadas para votar a las 58 mil que finalmente tenían derecho a hacerlo.

3. Fecha no adecuada. Las elecciones se desarrollaron en plena temporada de lluvias, lo que dificultad aun más la ya difícil movilidad de las comunidades en la Comarca. Además, el proceso electoral aconteció en plena época de zafra del café por lo que se estima que entre un 30 y un 40% de la población estaba fuera del territorio comarcal.
4. Falta de información: las 150 entrevistas de campo que realizamos nos permiten concluir que los electores (la mayoría mujeres) acudieron a las urnas sin información precisa del proceso, de los candidatos a delegados y del marco legal y reglas de las elecciones.

5. Incertidumbre democrática: las múltiples modificaciones al reglamento electoral (Decreto 9 de 16 de Junio de 2010 del Tribunal Electoral de Panamá) han creado una situación de incertidumbre democrática ya que se realizaron modificaciones sustanciales hasta el 23 de Septiembre de 2010, apenas 31 días antes de las elecciones. El primer cambio fue el de la fecha de las elecciones, previstas para el 26 de Septiembre y aplazadas un mes ante la falta de postulaciones. Algunas de las modificaciones más graves son:

A) Proclamación automática de las nóminas únicas. Según decreto 18 de 23 de Septiembre de 2010, en aquellos corregimientos donde se hubiera presentado una única lista no se debían desarrollar las votaciones y dicha lista fue proclamada como vencedora de forma inmediata por la Junta Especial de Escrutinio en la noche de ayer 24 de Octubre en San Félix. Esto significó que, por ejemplo, en 27 corregimientos (46%), los delegados al Congreso general de la Comarca fueron proclamados sin votación, de forma poco “ortodoxa” en un democracia representativa.
B)  Cambio en la modalidad de las postulaciones. Según el decreto 13 del 8 de Julio se cambiaron las normas de postulación permitiendo que el cabeza de lista completara su nómina sin necesidad de presentar la libre aceptación de sus miembros. En el decreto 15 del 5 de Agosto se cambia la norma que obligaba a la renuncia a la pertenencia a partido político de los candidatos y el Tribunal Electoral acepta como “renuncia tácita” la simple postulación a las elecciones.

6. Protestas pacíficas. Los sectores contrarios al proceso electoral, liderados por las autoridades tradicionales, no alteraron de manera significativa el proceso ya que las protestas fueron aisladas y pacíficas y en ningún momento alteraron o influyeron en la participación o en la orientación del voto.

HREV-Panamá considera por tanto que es importante abrir un proceso de reflexión para no legitimar un proceso electoral que desde cualquier criterio electoral (participación, información, pluralidad) está plagado de carencias. Instamos por tanto a abrir un nuevo proceso de conversaciones con las autoridades tradicionales de la Comarca, elegidas por el sistema tradicional ngobe y buglé y a no excluir a ningún sector de una posible mesa de negociación. Continuar con los pasos anunciados de acá al Congreso General de Marzo desoyendo el abstencionismo de estas elecciones no contribuirá, consideramos, al desarrollo de la Comarca ni al derecho a la autonomía política y cultural de los pueblos originarios incluidos en la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de 2007, suscrita por Panamá.

Firmado, Francisco Gómez Nadal
Coordinador en Panamá de Human Rights Everywhere 

ENTREVISTA CON NUESTROS AMIGOS


Jon Sobrino, SJ

Nuestro compañero Edgargo Guzmán, cmf, nos ofrece desde El Salvador la entrevista que realizó al reconocido teólogo de la liberación P. Jon Sobrino, sj, sobre el martirio de sus compañeros jesuitas de la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas). En este año dedicado a los mártires latinoamericanos, queremos destacar la vida y obra de estas personas que lucharon por la vida digna de los pobres de este pequeño país, “el pulgarcito” de Centroamérica.

Padre Sobrino, por favor cuente a nuestros lectores de forma general quiénes fueron los mártires jesuitas y, en especial, qué contexto les tocó vivir en El Salvador. 

Los mártires jesuitas pertenecieron a una generación alrededor de Medellín, 1928, y la Congregación General XXXII, 1975, que definió la identidad del jesuita con estas palabras: “comprometerse bajo el estandarte de la cruz en la lucha crucial de nuestro tiempo: la lucha por la fe y la lucha por la justicia que mismas fe exige”. Y la Congregación añadió sabiamente que por esta tarea “tendremos que pagar un precio”.

La tarea la compartieron con muchos otros sacerdotes y laicos. Y pagaron el precio. Ya en 1972 los obispos de El Salvador -entre ellos el joven Monseñor Romero- les pidieron que abandonasen el seminario de San José de La Montaña.  El rector era el Padre Amando López, y había empezado a poner en práctica entre los seminaristas a Medellín. En 1973 el gobierno salvadoreño acusó a los jesuitas del Externado de enseñar marxismo y de indisponer a los estudiantes con sus padres. En el colegio  trabajó muchos años el P. Segundo Montes y también el P. Juan Ramón Moreno cuando surgieron esos graves problemas. Los jesuitas, publicaron seis campos pagados en los periódicos a doble página cada uno con el título: “El Externado piensa así”. Fue un texto popular, una defensa del pobre y un ataque a la oligarquía salvadoreña. En 1977 Rutilio Grande fue asesinado en Aguilares junto con con un niño y un anciano. En la UCA desde 1976 explotaron 25 bombas. Varios jesuitas fueron amenazados de muerte. El 16 de noviembre de 1989 fueron asesinados 6 jesuitas.

¿A  qué dedicaban su vida?

Rutilio a la pastoral con los campesinos, muy creativamente, siguiendo la inspiración de Monseñor Proaño. Lolo, el Padre Joaquín López y López, trabajaba en Fe y Alegría en sus momentos iniciales, sin muchos medios, pero con gran ilusión y convicción de servir a los niños y jóvenes más pobres. Los otros cinco trabajaban en la UCA. Pusieron sus diversos saberes al servicio de la verdad y de la justicia. Es lo que no les perdonaron.

¿Qué causas defendían?

Ya está dicho. Sólo quiero insistir en que eran causas “salvadoreñas”: la vida de las mayorías populares. Y que eran causas “evangélicas”: poner a producir en el país a Jesús de Nazaret. Encontraron una ayuda en la teología de la liberación y en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Ignacio Ellacuría los reformuló en profundidad latinoamericana. Sólo dos ejemplos. El primero es que junto a Cristo puso a los pueblos crucificados y se preguntó qué hemos hecho para que estén crucificados en la cruz y qué vamos a hacer para bajarlos de la cruz. El segundo, “las dos banderas”, dos formas de vida: una que comienza con la riqueza y lleva a todos los males, y otra con la pobreza que lleva a todos los bienes. Histórica y socialmente las historizó como “civilización de la riqueza, cuyo motor es la acumulación del capital y cuyo sentido es el disfrute es esa acumulación”; y “la civilización de la pobreza, cuyo motor es la satisfacción de las necesidades básicas, y cuyo sentido es la solidaridad y vivir con espíritu”.

¿Por qué fueron asesinados sus compañeros?

Monseñor Romero dijo: “se mata al que estorba”. Los jesuitas, como muchos otros en los años 70 y 80 estorbaban porque decían la verdad, denunciaban las terribles injusticias en el país. Y lo hacían con argumentos, universitarios y sobre todo evangélicos. En Aguijares ayudaron a que los campesinos tomasen conciencia y se organizasen para su liberación.

¿Por qué Ignacio Ellacuría habla de los pueblos pobres como “pueblos crucificados”?

Porque no son pobres por naturaleza, sino que han sido empobrecidos históricamente por opresores, personas y, sobre todo, estructuras. Y son reprimidos cuando intentan, aun con buenas artes, liberarse de esa pobreza. “La cruz” dice muerte injusta, y los pueblos pobres mueren la muerte lenta de la pobreza y la muerte rápida y violenta de la represión. Esta intuición de Ellacuría sigue siendo verdad hasta el día de hoy.

Como cristianos, ¿qué postura debemos asumir ante el sufrimiento y la muerte de los pobres?

Primero, trabajar y luchar para que tengan vida y no mueran. Segundo, compartir su sufrimiento y su muerte. Tercero, agradecerles porque muchas veces en ellos, mejor que en ningún otro lugar aparece el rostro de Dios. Y nos humanizan. Hace unos años escribí un librito con el título “Fuera de los pobres no hay salvación”.

¿Qué enseñanzas fundamentales nos deja la experiencia del martirio de tantos hombres y mujeres en Latinoamérica?

Varias. Que lo que le pasó a Jesús fue totalmente lógico porque lo sigue mostrando nuestra historia. Que hay, al menos ha habido, mucha gente muy buena y muy cristiana que son nuestro camino a Dios. Que el mal, el egoísmo de personas y sobre todo de estructuras, tiene gran poder. Y sin embargo, no acaba de matar a los mártires del todo. Siguen vivos, Monseñor es el ejemplo más claro, pero hay muchísimos otros. Y en momentos de crisis en nuestra Iglesia, como la actual, los mártires son los que mantienen nuestra fe en Dios y nuestra esperanza para seguir trabajando, pase lo que pase.

¿Es necesario mantener viva la memoria de los mártires?

No hacerlo es ante todo ingratitud y deshumanización. Aunque haya otras fuentes de vida cristiana, no hay ninguna como ellos. Lo sabemos, pero no sé si lo vivimos: hay que mantener viva la memoria de Jesús, la memoria del mártir Jesús. Sin eso el cristianismo es hipocresía, infantilismo o farsa. Se desmorona. Y al contrario, la cruz de Jesús es lo que mantiene vivo a Jesús entre nosotros. Su resurrección es símbolo de esperanza, ciertamente. Pero sólo con la resurrección y sin la cruz hay peligro de olvidarnos del Jesús real, el de Nazaret, de Galilea, de Judea, de Jerusalén. Jürgen Moltmann, gran teólogo alemán, escribió en 1970: “No toda vida es ocasión de esperanza, pero sí lo es la vida de Jesús quien, por amor, tomó sobre sí la cruz”.

Presentamos a continuación una breve reseña de la vida de cada una de los mártires de la UCA, tomadas del Martirologio Latinoamericano.

Ignacio  Ellacuría, 59 años, nacido español, salvadoreño como sus compañeros de martirio, desde los 19 años, en el noviciado de Santa Tecla. Doctor en Filosofía, teólogo, rector de la UCA desde hacía diez años. Su rigor intelectual, su claridad en el análisis de la realidad, su creatividad para soluciones profundas e inmediatas, lo hacen interlocutor obligado de religiosos, intelectuales y políticos y su fama trasciende las fronteras centroamericanas. Invitado a congresos, conferencias, a recibir premios en el exterior, "Ellacu", como le dicen, aprovecha toda ocasión para ser portavoz de su pueblo clamando justicia. 
 
Segundo Montes, 56 años, español. Doctor en Antropología Social, educador por vocación, escritor. Desde 1984 se dedica incansablemente a los desplazados de guerra, a quienes visita en Honduras, Nicaragua y Estados Unidos. Su trabajo científico y humanitario atrae la atención internacional. Sus escritos y conferencias desnudan la cruda realidad salvadoreña. 

Ignacio «Nacho» Martín-Baró, 47 años, español, novicio en El Salvador y estudiante de Humanidades y Filosofía en Ecuador y Colombia, de Teología en Alemania y Bélgica. En la UCA obtiene la licenciatura en Psicología Social y el doctorado en Estados Unidos. Publica once libros e incontables artículos. Vicerrector académico, maestro de psicólogos salvadoreños, vive atento a la problemática del pobre, a las consecuencias psicosociales de la violencia, a la religiosidad liberadora.

Joaquín López  y López, 71 años, el único salvadoreño nativo. Estudia en Estados Unidos y España. Su vida transcurre entre el colegio San José y la UCA de los primeros tiempos y en los últimos veinte años en "Fe y Alegría".

Amando López, 53 años, nace en España, estudia Teología en Irlanda y obtiene el doctorado en Ciencias de la Religión en Francia. Rector del seminario arquidiocesano de San Salvador, donde introduce reformas sustanciales. Más tarde, rector del colegio Centroamérica y de la UCA de Managua, en Nicaragua. Su carisma es el don de consejo, la  alegría, la ternura. 

Juan Ramón Moreno Pardo, «Pardito», 56 años, español. Estudia Filosofía en Ecuador y Teología en Estados Unidos. Su inteligencia y agudeza le permiten adquirir una vasta cultura. Es formador de estudiantes, seminaristas, novicios y un incansable predicador de         ejercicios espirituales. 

 Elba Julia Ramos y su hija Celina Maricet Ramos, trabajadoras domésticas de la universidad. Julia Elba Ramos,  de 42 años, madre de dos hijos y esposa de Obdulio, el casero de la comunidad, es discreta, intuitiva, dispuesta siempre para el servicio, su risa alegra la cocina y el ánimo de todos. Celina Ramos, de 16 años, hija de Julia y Obdulio, recién termina el bachillerato. Es activa, deportista, y estaba próxima a casarse.   

PUEBLOS INDÍGENAS, PUEBLOS CRUCIFICADOS


Por Luis Carías, cmf.

Los cristianos durante la historia le hemos dado diversos significados a la cruz en donde murió Jesús de Nazaret. Creemos con facilidad que la cruz es ese altar sagrado, ese trono divino que utilizó el Hijo de Dios para manifestar su gran poder. Sin embargo, nos cuesta creer que en la cruz Jesús muere solo, fracasado, olvidado, torturado y humillado. El evangelista Marcos, para tratar de explicar el terrible sufrimiento que pasó Jesús, nos dice que al morir en la cruz usaba palabras como las del Salmo 22: “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15, 34). Y es que la cruz era una de las peores torturas que usaba el Imperio Romano contra los que consideraba rebeldes, agitadores políticos y contra todos aquellos que alteraban el orden público establecido a través de la fuerza y la dominación. Después de haber sido pisoteada su dignidad humana, Jesús muere en la cruz.  En esta muerte no hay signo de triunfo, sino más bien, lo que queda claro, es que el poder imperialista se impuso nuevamente con sus amañadas estrategias de sometimiento.

¿Qué es lo que pasa, entonces, en este hecho histórico de la muerte de Jesús, el Hijo de Dios, en una cruz? Pues bien, Jesús, el que nació y se crió entre los pobres, el que conoció los sufrimientos, aguantó hambre, luchó al lado de su pueblo, el que trabajó la tierra con sus manos, el que pasó por este mundo haciendo el bien, reclamando justicia y libertad, muere como una víctima inocente en la cruz, soportando todo el peso del poder del mal de este mundo. Este hecho histórico es visto por los cristianos como la expresión del amor compasivo de Dios, pues éste que se identifica con la lucha de Jesús. En la muerte de Jesús Dios se nos muestra como verdadero Dios, porque se solidariza con los que sufren. Sin embargo, esto no significa que el Dios de los cristianos quiera la cruz o que le guste el sufrimiento y el dolor. Dios no quiere el sufrimiento porque es un Dios de vida y no de muerte. Dios es el Dios de la historia porque se ha encarnado en ella, porque se ha metido en la realidad del pueblo, porque a través de Jesús y de tantas personas que han entregado su vida por un mundo más justo y más fraterno nos abre el camino hacia un nuevo horizonte de vida. Allí donde muere alguien en nombre de la vida, allí está Dios resucitando, mostrándonos el camino que todos debemos seguir para buscar un mundo en equilibrio y armonía.

Muchos que se dicen cristianos muestran un falso rostro de Dios, tienen la idea de un Dios lejano a nuestros problemas humanos, de un Dios que utilizan para mantener un status de vida elevado o llenar al pueblo de falsas expectativas. Pese a todo esto, muchas de nuestras comunidades cristianas de aquí de Kuna Yala y de otras partes de Centroamérica, cada vez más se hacen conscientes de que Dios está crucificado en el pueblo crucificado. Desde la realidad de tantas personas que sufren, que viven y mueren como víctimas del sistema, Dios nos sigue llamando y nos pide que le acompañemos en la lucha, junto a Jesús y a muchos más que caminan desde las bases reclamando justicia y vida abundante para nuestros pueblos.

Algunos de los que formamos parte de estas esperanzadoras comunidades cristianas de Kuna Yala, hemos venido de fuera, del mundo extranjero y estamos haciendo un camino de involucramiento, de inculturación a través de la sabiduría ancestral del pueblo kuna, de su proyecto de vida. Nos hemos dado cuenta de que Dios camina con su pueblo. Decimos, parafraseando a nuestro Romero de América, que el pueblo kuna nos ha enseñado a comprender mejor el evangelio de Jesús y a dar sentido a nuestras propias vidas.

Hablando en primera persona, digo que desde el ruido y los distractores de las sociedades sumergidas en el consumismo y la vida artificial, cuesta más identificar al enemigo que nos acecha, cuesta más desenmascarar el rostro del mal porque se oculta en muchos disfraces: el de predicador para ofrecernos paz interior; de activista social para justificar su nivel de vida superior e individualista; de dama de la caridad para ofrecernos los desechos de su sociedad de consumo y así buscar limpiar su conciencia sucia. Estos y muchos otros disfraces engañan a nuestros pueblos indígenas y nos quieren impedir que descubramos ese auténtico rostro de Dios Padre y Madre, que está sufriendo con la pérdida de nuestra identidad cultural, con el debilitamiento de nuestras autoridades tradicionales, con la división interna que nos provoca la política partidista, etc.

Hoy por hoy, nuestros pueblos indígenas siguen oprimidos y amenazados por la lógica del mercado del mundo occidental. Nuestros pueblos están confrontados ideológicamente por hermanos de la misma sangre que han sido contagiados por el sistema. Decimos, sin embargo, que los pueblos indígenas siguen siendo pueblos crucificados, pero no aniquilados del todo, porque la identificación de Dios con la historia y el caminar de estos pueblos continúa despertando la conciencia dormida y atrofiada de muchas personas. Como pasó en otros momentos históricos en los que el conquistador se convierte en conquistado, sigue sucediendo en estos tiempos que el evangelizador se vuelve evangelizado por las buenas noticias del proyecto de vida alternativo del que son portadores los pueblos originarios de estas tierras. También, la conciencia ecológica se abre espacio en los países ricos y los movimientos sociales encuentran en los pueblos indígenas sus mejores representantes.

Que el rostro sufriente de nuestros pueblos crucificados nos mantenga firmes en la esperanza, atentos a los signos de los tiempos y solidarios en la lucha por un mundo mejor, más justo y humanizado.

VOCES DE ABIA YALA



PUEBLOS INDÍGENAS Y NARCOTRÁFICO
Gilberto López y Rivas
www.jornada.unam.mx

La territorialidad, los recursos naturales y la integridad física y cultural de los pueblos indígenas en América Latina son sitiados sistemáticamente por corporaciones del capitalismo neoliberal, dentro de las cuales se encuentra el narcotráfico. Ante el desempleo generalizado en el mundo rural, la debacle del campo provocada en parte por los tratados de libre comercio que benefician a Estados Unidos y condenan a la miseria y al éxodo a los campesinos, muchas comunidades son penetradas por el crimen organizado para forzarlas al cultivo de la amapola o la mariguana, y jóvenes indígenas son reclutados por los cárteles.

Paralelamente, con el pretexto del combate contra el narcotráfico, en extensas zonas indígenas se impone un proceso de militarización que da lugar a todo tipo de abusos y violación de sus derechos humanos y los que les corresponden como pueblos. A esto se suma la guerra de contrainsurgencia, que acarrea la presencia de dos actores armados más en las etnorregiones: grupos paramilitares y guerrilleros. Colombia es un caso ilustrativo de esta situación en la que indígenas se encuentran entre tres fuegos: militares, narcoparamilitares y guerrilleros. La etnia nasa, en el norte del departamento del Cauca, se ha visto forzada a poner en práctica una ordenanza para que su Guardia Indígena, armada sólo con sus bastones adornados con colores vivos, expulse a los narcotraficantes de su territorio, dentro del cual operan las Fuerzas Amadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización con la que también han negociado el cese del reclutamiento involuntario de sus jóvenes.

En México, grupos del narco operan en zonas indígenas con mayor frecuencia en Michoacán, Jalisco, Sonora, Guerrero, Durango, Chihuahua, Oaxaca, Chiapas, Veracruz entre otras entidades federativas, y en las cárceles estatales se registran centenares de presos indígenas acusados por delitos contra la salud. Al criminalizar a los pueblos indios, la guerra contra el narcotráfico encubre una gran variedad de extorsiones e injusticias, adicionales a las que secularmente han sufrido los indígenas por parte de autoridades militares, policiales y judiciales.

En poblados mayas del oriente y occidente de Guatemala, mafias mexicanas han instalado a sangre y fuego sus estructuras delictivas, que controlan el transporte de la mercancía hacia México y Estados Unidos. En Puerto Lempira, Honduras, hay hostigamiento del narco hacia los indígenas misquitos. En Nicaragua, las redes del narcotráfico han penetrado las comunidades misquitas de la costa del Caribe, así como las urbes multiétnicas de Bilwi (Puerto Cabezas) y Bluefields. En el área fronteriza entre Panamá y Colombia, conocida como Tapón de Darién, el narco despliega una red terrestre y marítima que se extiende por Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, para sus destinos finales en México-Estados Unidos.

Como las corporaciones capitalistas madereras, mineras, turísticas, etcétera, que buscan apoderarse de los recursos de los pueblos indígenas, lo que está en el centro del problema del narcotráfico es el esfuerzo por despojarlos de su territorialidad, fundamento material de su reproducción y espacio estratégico de sus luchas; su finalidad es expropiar a los indígenas de sus tierras-recursos-fuerza-de-trabajo y el ejército es cómplice de esta sustracción a partir de sus acciones represivas y contrainsurgentes realizadas con el apoyo de los grupos paramilitares que operan como el brazo clandestino de la guerra sucia.

La militarización no trae la disminución de las actividades delictivas, como lo prueba el caso de extensas zonas de la República Mexicana bajo virtual ocupación castrense. En el plano mundial, Afganistán es ilustrativo de que la guerra y conquista neocolonial del país por las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus aliados intensifica a más del doble la producción, procesamiento y venta de drogas, cuyas ganancias nutren al sector financiero del capitalismo mundial.

Desde hace varias décadas, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y otros organismos de inteligencia occidentales han sido acusados del trasiego de drogas con la finalidad de financiar los exorbitantes gastos de sus operaciones encubiertas en el ámbito mundial. “Las agencias de inteligencia, las grandes empresas, los traficantes de drogas y el crimen organizado compiten por el control estratégico de las rutas de la heroína.

Una gran parte de los multimillonarios beneficios de las drogas están depositados en el sistema bancario occidental. La mayoría de los grandes bancos internacionales y sus filiales en los paraísos fiscales extranjeros blanquean enormes cantidades de narcodólares.” (Michel Chossudovsky, ¿Quién se beneficia del comercio de opio afgano?, La Haine, 5 de octubre de 2006). También, la llamada guerra contra el narcotráfico es especialmente funcional para los planes de dominación estratégica de Estados Unidos en América Latina.

La delincuencia organizada no es más que la cara clandestina del sistema capitalista neoliberal, con su violencia inherente desbocada, sicópata y sin mediación social y política que la controle. Es altamente rentable económicamente, además, a partir del hecho de que Estados Unidos es el principal proveedor de armas de los grupos del narco. La única posibilidad de una defensa efectiva frente a este fenómeno en el mundo indígena como muestran las juntas de buen gobierno zapatistas, los nasa de Colombia y la Policía Comunitaria de Guerrero es el fortalecimiento de las autonomías, a partir de las cuales se ha logrado controlar no sin dificultades la presencia del crimen organizado en los territorios indígenas.


ASESINAN A LÍDER INDÍGENA EN OAXACA
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MÉXICO: Aproximadamente a las 2:20 de la tarde del viernes 22 de Octubre fue asesinado a balazos el líder indígena Catarino Torres Pereda, en las oficinas del Comité de Defensa Ciudadana (CODECI) ubicadas en la Ciudad de Tuxtepec, Oaxaca, México. Una pareja de hombres armados irrumpió en dichas oficinas para disparar a quemarropa contra el dirigente de 37 años de edad, originario de El Cacahautal, Ojitlan, Oaxaca.

Catarino Torres había padecido en los últimos diez años, una incesante persecución política, a causa de su actividad política y social. Participó en la otra campaña, adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Asimismo, abanderó la lucha por una indemnización justa de los indígenas chinantecos y mazatecos desplazados por la construcción de las presas Temascal y Cerro de Oro.

También encabezó la recuperación de tierras de las comunidades indígenas invadidas por ganaderos y terratenientes de la región. Eso lo llevó a ser el primer preso político de la APPO, en el 2006, en Oaxaca y a estar recluido durante 7 meses en el penal de máxima seguridad del altiplano.

En Marzo pasado, CODECI tomó el palacio municipal de Tuxtepec también en demanda de apoyos para sus militantes, en esa ocasión se le acusó de causar daños al inmueble, pero tras el diálogo el conflicto fue resuelto. En los meses recientes participó en la Convención Estatal Democrática Oaxaca Libre, que respaldó la candidatura del ahora gobernador electo Gabino Cué Monteagudo.

En una de sus últimas declaraciones criticó que los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia “se adjudicaran el triunfo del pueblo” en las elecciones del 4 de julio, puesto que “nadie puede negar” que en 2006 “se generó la consecuencia de cambiar de tajo al gobierno de Ulises Ruiz Ortiz”.

MÁRTIRES DE AYER Y DE HOY

MONS. JUAN JOSÉ GERARDI
+ 24 de Abril de 1998

Nació en la Ciudad de Guatemala, el 27 de Diciembre de 1922. Fue electo Obispo de La Verapaz en 1967. Encontró en La Verapaz una diócesis bastante pobre, con poca estructura y poca vida. Monseñor Gerardi decidió que su prioridad era trabajar con los indígenas y organizó por primera vez en aquella diócesis cursillos para catequistas, el movimiento de los Delegados de la Palabra de Dios y la Pastoral Indígena; y junto a los agentes de pastoral organizó la liturgia en lengua q’eqchi’.

En Septiembre de 1974 lo eligieron como Obispo de El Quiché y durante tres años continuó simultáneamente como Administrador Apostólico de La Verapaz. Las situaciones pastorales y sociales de El Quiché eran bastante difíciles. Eran los años en que la situación de la violencia crecía mucho en este territorio, uno de los más pobres de Guatemala. En El Quiché la lucha entre ejército y guerrilla se volvía cada día más fuerte, alcanzando situaciones terribles entre 1980 y 1983. Cientos de catequistas y directivos de las comunidades cristianas, casi todos mayas, fueron asesinados. El impacto de la violencia fue contra los líderes sociales, 90% de ellos, líderes civiles.

En 1984 fue nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guatemala y también párroco de San Sebastián. En 1988, la Conferencia Episcopal de Guatemala delegó a Monseñor Rodolfo Quezada Toruño y a Monseñor Juan Gerardi para participar en la Comisión Nacional de Reconciliación. Llevó adelante la creación de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, que se preocupa hasta hoy de las víctimas de la violencia y de cualquier violación a los derechos humanos. En este contexto, empezó el proyecto interdiocesano REMHI (Recuperación de la Memoria Histórica), al cual Monseñor Gerardi se dedicaba casi por completo, con la esperanza de conocer la verdad por medio de testimonios para el pasado no se repitiera más, ya que estaba convencido de que la paz y la reconciliación se lograrían solamente conociendo la verdad.

La presentación de los resultados de REMHI tuvo lugar el 24 de Abril de 1998; el 26 de Abril de 1998, Monseñor Juan Gerardi muere asesinado.


CARTA DE LA TIERRA

Debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales. Somos ciudadanos de diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local y global, se encuentran estrechamente vinculados. Todos compartimos una responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza.

CONOZCAMOS NUESTROS DERECHOS

Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas

Artículo 11

1. Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas, como lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.

2. Los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que podrán incluir la restitución, establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas, respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales de que hayan sido privados sin su consentimiento libre, previo e informado o en violación de sus leyes, tradiciones y costumbres.


Gwiblonii ib ambe gagga bogine
anmar Abia Yala sulede gusa
mer gwenadgan bedi iemaloe
we ibagi anmar Nana bibiolede.

GWELAB GWELAB DOLI,
GWELAB, GWELAB DOLI,
SIGGWIDINA NAMAGGE.
SIA DAGGA, SIA DAGGA,
DILIN DOSA LIBDOLI
SIGGWI GWAGWENDI BOE.

Babgana Nan sabguedgi an odurdagge,
yala ba gormaggedgi an odurdagge:
Naiggabaler Gwadule wio nai,
Naiggabaler Gwadule bibio nai.

Gwiblonii ib ambe gagga bogine,
mer gwenadgan bedi iemaloe,
dadgandina gammu inmilede gusa.
Anmar nabba degi wile daniggi.

Gwenadgan, Nana wile naid be dagge
Napgwana aggiggin naid be iddoge
¿Doa Nanaga inadi amioe?
¿Doa Nana ulale gwisguoe?


Con la llegada de los españoles, nuestros padres, dueños de esta tierra,
sufrieron el atropello, la muerte, la huida, el terror (Carlos López).